martes, 9 de noviembre de 2004

Sin videos de por medio, las autoridades endosan deuda de casi 115 mil millones de dólares a los mexicanos

"Con fecha 28 de julio de 2004, el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) recibió del Fobaproa recursos por un total de siete pesos, dicho importe representa la transferencia final derivada de la extinción de dicho fideicomiso".


¿Cuál de estos dólares debe usted?


De este modo, las autoridades financieras endosan a los contribuyentes mexicanos una deuda de 114 mil 909 millones de dólares, que en dígitos alcanza una cifra como esta 114,909'000,000 misma que se deberá pagar a los banqueros mexicanos como consecuencia de la crisis desatada en el gobierno priista de Ernesto Zedillo en 1994.
Fin trágico-cómico de un drama nacional, consolémonos con esos siete pesos de activos más los intereses que vengan.

Si las matemáticas no fallan y de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, que nos redondea en unos 100 millones de personas, la deuda por este concepto nos dice que cada mexicano debe algo así como mil 149 dólares con 09 centavos gringos. Convirtamos a pesos, cada mexicano, incluido el recién nacido, escuche bien señora, sí usted, su bebito debe por concepto del Fobaproa 13 mil 226 pesos.

Horrorosa herencia priista, apoyada por panistas.

¿Agregemos a esa cantidad los 79 mil 500 millones de dólares de la deuda externa? No no no, dejémoslo ahí.

Pero recordemos un poco para que no nos acusen que tenemos una mala memoria histórica.


Labastida, Zedillo y Madrazo, en una de sus reconciliaciones en 1999

La decisión de aplicar esa deuda a los mexicanos, todos, sí, usted también recién nacionalizado que paga impuestos, correspondía en realidad a un grupo de banqueros y empresarios, pero fue a raíz de una serie "de complicidades y componendas" que existen aun entre el poder económico y el poder político encabezado en su momento por el PRI, con una ayudadota del PAN que la cartera se abrió por otros lados.

Lo dice el resumen del libro "Fobaproa: expediente abierto" de Andrés Manuel López Obrador, uno de los más enconados críticos de esa maniobra oficial: "el contubernio entre financieros y políticos ha servido al apuntalamíento de un régimen caduco que se ha convertído en un lastre para el desarrollo del país; que tanto Madrazo como Labastida representan lo mismo, porque forman parte y están rodeados de quienes llevaron a cabo el saqueo más grande de que se tenga memoria desde la época colonial".

Pero el hoy famoso Peje, apodo poco creativo para el funcionario porque no hay una referencia digna que valga el mote, se adentró tanto en el caso que recopiló la friolera de 2 mil 610 documentos sobre el caso.

Acusó López Obrador, en la presentación del libro (5 de octubre de 1999), a Roberto Madrazo, Francisco Labastida y Vicente Fox de estar involucrados en el Fobaproa; "unos con créditos y otros mediante complicidades, pero los tres están ligados al fideicomiso".


No queda más que parodiar la crisis

Reclamaba aún a tiempo: "que Madrazo diga de dónde agarró los 70 millones de dólares que utilizó en su campaña. Esa es la única pregunta que tiene que contestar".

Muchos detalles del caso fueron consignados por los medios, pero, siendo un pesado ladrillo para explicar, muchos de los medios también optaron por evadir la responsabilidad (claro, como no había videos).

Y así pasaron los años, desde aquel durísimo 1994 hasta hoy que todo se fue, digamos que difuminando entre documentos y otros escándalos. Como si fuera cosa de eliminar tres ceros al peso, las autoridades tomaron fuera de base a los mexicanos y lanzaron, para empezar, un cambio de nombre del Fobaproa al IPAB, si no es lo mismo huele a traste, que a traste huele (pueden cambiar la última frase por "no es lo mismo Cassius Clay que Mohamed Alí").


López Obrador durante la presentación de su libro en 1999

Llegó el 95, con el arranque formal de la salvación bancaria, y tres años siguientes el armado para que finalmente el mexicano común pagara la deuda.

Vergonzoso para gobierno y legisladores priistas y panistas fue ocultar una y otra vez los nombres de los involucrados, más vergonzoso fue bramar ante la filtración de algunos personajes que estuvieron en el meollo, sabiéndose con lazos con los empresarios beneficiados.

El reportero de La Jornada Roberto González Amador tiene razón al decir que el fondo pasó a mejor vida por la puerta de atrás. "Con un acto administrativo, el Ejecutivo pretende cancelar cualquier posibilidad futura de investigar el proceso de rescate bancario".

El Fobaproa para los mexicanos, es ese portafolios lleno de documentos por pagar que nos encontramos con los gobiernos priistas, no es de nosotros la deuda, pero haciendo un esfuerzo la estamos pagando poco a poco.

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