miércoles, 27 de junio de 2012

Por qué no votaré por Peña Nieto...


¿Por qué? Si Enrique Peña Nieto dice que el PRI ha cambiado, que hoy es un nuevo partido y ¿por qué no si es "joven con experiencia"?.

No votaré por Peña Nieto, quizás no por él, sino por lo que representa.

Detrás de Enrique Peña Nieto está la agrupación responsable de la corrupción en México y de que la clase política sea lo que es: el Partido Revolucionario Institucional.

Y no votaré por el PRI. porque es el responsable de que la cultura y la educación en este país sea un botín permanente. Donde los maestros son simples votos y personajes manipulados.

Porque el PRI defiende el sindicalismo que también le da votos a costa de mantener a sus líderes viviendo en la opulencia.

Porque el PRI hizo hábito que sus funcionarios recibieran los beneficios del gobierno, no con su quehacer público, sino a través de las licitaciones.

Porque el PRI tiene una amplia, amplísima cartera de delincuentes que siguen viviendo de la cartera pública dentro de ese partido.

Porque el PRI nunca asume culpas de sus funcionarios, siempre se deslinda en beneficio del partido.

Porque a falta de un presidente que los controlara, el PRI dejó que los gobernadores fueran los caciques que hoy controlan a México por territorios sin rendir cuenta gracias al control de sus Congresos locales.

Porque el PRI sigue siendo la gran bolsa de promesas que adereza con gorras y playeras, dando beneficios temporales de campaña sin solucionar los problemas sociales de fondo.

Porque el PRI enarboló por 70 años la causa campesina e indígena... y campesinos e indígenas siguen viviendo como hace 70 años.

Porque el PRI sigue intentando que los gobiernos usen sutilmente el dinero para controlar la información.

Porque el PRI nunca hace sacrificio por la población, en tiempos de crisis económica subió los impuestos como castigando a la gente, cuando los responsables de las crisis eran ellos.

Porque el PRI le quita a sus líderes todas las culpas poniéndoles nombres de calles o levantándoles un monumento.

Porque el PRI se alió con una franquicia partidista como lo es el Partido Verde Ecologista de México... que lo único que ha hecho es gastar recursos públicos sin arrojar un solo beneficio.

Porque en el fondo, y aunque lo niegue, el PRI es todo lo que aprendió de Díaz Ordaz, Echeverría, López Portillo, Salinas y Zedillo. Y toda esa escuela está detrás de Peña Nieto.

Porque el PRI, en cada crisis económica que padecimos, salió fortalecido y quien se empobreció fue el pueblo, no los altos funcionarios de ese partido.

Porque el PRI compra el voto a la población pobre, abundante en México, y peor, ha contagiado esta medida tramposa a los otros partidos.

Porque si hay una agrupación que sabe cómo sortear las lagunas legales es el PRI.


Porque la palabra corrupción es un sello del PRI.

Por eso, entre otras razones no voy a votar por Enrique Peña Nieto, representante de todo lo que es el PRI.

Y si el PRI gana esta elección... en la siguiente elección tampoco voy a votar por el candidato del PRI.

viernes, 22 de junio de 2012

Tiempo de evolucionar

La corrupción en la vida del país no se entiende sin el gran dinosaurio, el gran maestro de la cultura política de México.

Por eso el titular de este post. Es tiempo de que se extinga el dinosaurio que se ha alimentado de la riqueza y los valores de México.

El dinosaurio creó las bases que forjaron a los funcionarios a ver en el quehacer público una forma de vivir holgadamente, les inculcó en su ADN el adorar y elogiar al inmediato superior para conseguir una mejor posición sin importar si las acciones caían en la corrupción.

El dinosaurio creó este modelo donde la unidad es en realidad complicidad, un modelo que no acepta críticas porque nunca enseña a cuestionar.

El dinosaurio es un gran simulador, tiene un discurso de limpieza que oculta una casa sucia.

El dinosaurio es un gran forjador de alianzas que ocultan beneficios personales, tejió nexos entre sectores para tener a las cúpulas contentas mientras los agremiados esperan y esperan la siguiente promesa.

El dinosaurio es la gran agencia de colocaciones que sólo abre puestos a incondicionales y para estar en ella hay que cuadrarse, hay que callar, hay que repartir despensas, gorras, sombrillas, playeras y en algunos casos hay que llevar uno cuota de votos para asegurar el triunfo de sus candidatos.

El dinosaurio corrompió la función pública.

El dinosaurio es ese partido que guarda en sus cajones información de los opositores para usarla en su contra cuando sea necesario.

El dinosaurio es la agrupación que no se toca el corazón, la que es capaz de hablar lastimeramente del hambre mientras acumula miles de despensas para regalarlas en tiempo electoral.

El dinosaurio es el grupo que recicla sus promesas electorales cada tres o cada seis años apelando a que la memoria colectiva es muy mala.

El dinosaurio es el cacique en toda la extensión de la palabra.

El dinosaurio convirtió al Congreso, que debería ser una institución de respeto, en una sede donde 500 personas se han vuelto vividores y promotores del voto para sus herederos de curul

El dinosaurio usa la pobreza como la gran generadora de votos.

Por eso, entre otras cosas, hay que matar al parásito, hay que matar al dinosaurio. Cuando el dinosaurio muera, será posible que las cosas se regeneren y evolucionen hacia una cultura lejana a la corrupción.

Puede ser este año, puede ser dentro de seis, pero es necesario evolucionar sin el dinosaurio.