martes, 8 de marzo de 2011

El silencio de los indecentes

Al país le falta información.

La población necesita saber quién roba, quién mata, quién corrompe, quién gana ilegalmente las elecciones, las licitaciones, las concesiones...

Los mexicanos habrían tenido mejores decisiones en el pasado, que ahora nos golpea con sus consecuencias, si los diarios, la radio y la TV se hubieran comprometido al 100% no con las cúpulas del poder, sino con los ciudadanos.

Hoy, las buenas decisiones de los ciudadanos podrían cambiar las cosas... pero les falta información, porque quienes pueden explicar su entorno y darle el contexto para esas buenas decisiones, optan por callar.

Es la indecencia, la inmoralidad de los medios, el doble discurso, el gatopardismo de quienes sí obtienen beneficios por guardar en sus archivos inaccesibles las voces de denuncia, la corrupción, el abuso de quienes ostentan el poder desde diversas trincheras.

Los grandes consorcios de la noticia simplemente han preferido callar.

El caso WikiLeaks

No hay antecedente de difusión pública de un volumen de información tan vasto y tan grave sobre la naturaleza de las visión más cercana a la realidad que tiene el gobierno de Estados Unidos hacia México. WikiLeaks lo liberó y La Jornada lo comienza a deshebrar.

En los últimos días, los mensajes de la Embajada de Estados Unidos en México fueron dados a conocer por el diario La Jornada, pero esa información sólo quedó ahí y en su réplica en algunas redes sociales.

¿No debería el mexicano conocer a fondo el contenido y los análisis sobre lo que informa el diario fundado por Carlos Payán Velver?

Se trata de unas ocho mil páginas de texto que poco a poco da a conocer La Jornada y en las que se evidencia de que Washington mantiene una participación, mayor o menor, en las decisiones del gobierno mexicano.

El diario se ha concentrado en aquellos mensajes que hablan de seguridad y mucha de la información se puede calificar de escandalosa, pero se queda ahí, en el comentario de una minoría porque ningún otro medio ha retomado el dato. La TV es una tumba al respecto.

WikiLeaks ilberó una ola de información clasificada que ha puesto en jaque a decenas de países. Las filtraciones, en mayor o menor grado causaron la renuncia del vocero de departamento de Estado estadounidense Phillip J. Crowley. Pero en México no merecen un boletín o un reclamo institucional, menos una reacción en cadena de medios.

La población tampoco reclamará (menos a través de un voto), simplemente porque no conoce estos hechos.

El caso de Bibiano Villa

En tiempos que se requiere la mano dura se aprecia la valentía de policías y militares que enfrentan a los delincuentes.

Sin embargo, ni los elementos policiacos ni los soldados, por más habilidad que tengan pueden tomar justicia por mano propia.

Matar, aun en defensa propia, es un crimen y validarlo es regresar a la barbarie.

Si bien México tiene una guerra inusual, se mantiene en un marco legal, golpeadísimo ya como un sistema de justicia, pero se rige por leyes donde están tipificados desde un robo, un asesinato o las formas en que debe aplicarse la ley.

Las crudas explicaciones del general José Bibiano Villa Castillo evidencian que por muchas leyes que existan, la justicia parece que se aplica a criterio personal, al menos en este caso.

Las revelaciones del militar retirado hacen enmudecer a más de un defensor de derechos humanos, porque la vida, con certeza o no de que se enfrente a un criminal, simplemente se resuelve a plomazos ante la ligera sospecha.

El caso se dirime apenas en algunos espacios como La Jornada (que detonó el caso con la entrevista de Sanjuana Martínez) o MVS, donde Carmen Aristegui dio voz a la noticia.

Al igual que con los cables de WikiLeaks, información tan relevante se omite a las mayorías.

Es el silencio de los indecentes, los que cómodamente mantienen su estatus de grandes informadores... de nada.

Se recomienda ver:
WikiLeaks y la radiografía del poder
WikiLeaks en La Jornada
Cables de WikiLeaks sobre Mexico (inglés)
Aristegui dialoga con la periodista Sanjuana Martínez y José Miguel Vivanco, director ejecutivo para América de Human Rights Watch (Audio)
Aristegui entrevista a Bibiano Villa Castillo (Audio)