viernes, 16 de julio de 2010

La llegada de los coche-bomba

Muchos coinciden en que México está colombianizado, que gradualmente el narcotráfico, la corrupción, la impunidad, la violencia y el terror habían llegado haciendo que el país tuviera la misma crisis que Colombia en los años 80s y 90s.

Las dudas están disipadas, México ha alcanzado el grado de violencia de aquellos años aciagos que sufrieron los colombianos con los cárteles de Cali, Medellín y otros que acosaron literalmente a la población hasta convertirlo en una zona de guerra, tanto por el impacto de los narcotraficantes como por las guerrillas que invadieron las zonas selváticas y urbanas.
El auto-bomba que detonaron ayer en Ciudad Juárez, Chihuahua, es prueba de que los delincuentes han llegado al grado tan temido de no respetar ni la vida de la población ni de servidores públicos como lo son rescatistas.

Ya lo habían manifestado con un par de granadas en Michoacán un 15 de septiembre de 2008, ya habían sido inmisericordes con miles de vidas civiles, han tocado muchas veces a personajes públicos, de la vida deportiva, espectáculo y política. Ya han hecho un daño suficiente, pero quieren más.

El bombazo es una muestra que su poder va más allá de las ya terroríficas armas de alto poder, va más allá de causar un impacto mediático mostrando decapitados, despedazados y tambores llenos de ácido con cuerpos desintegrados.

Navegan ahora por las aguas del terror, donde parece que cualquiera se rendiría para que se les respete sus espacios de venta de droga, sus espacios de control, su márgen de abuso, su infiltración en el gobierno.

Es ardua, larga la lucha que tendrá el Estado mexicano y los mismos mexicanos de aquí en adelante, no se trata de una lucha común y corriente con el delicuente que roba y se regenera para volver a robar, se trata de una mentalidad diferente, desvirtuada, completamente transformada que se alejó ya del narcotraficante-héroe que era capaz de organizar fiestas para niños, hacer ferias de pueblo o inundar de narcolimosnas a la Iglesia.

Regresamos a lo dicho aquí mismo, si se desea que México se tranforme "un poco", se tendrá que revisar nuevamente con seriedad y compromiso los planes educativos, se tendrán que fortalecer las células familiares, la economía básica, pero lejos de los sindicatos, lejos de los intereses mediáticos, lejos de los partidos.

El camino es largo y es posible encontrar en él, desgraciadamente, más coches-bomba.


Sobre el tema en este blog:

Hombres en llamas I
Hombres en llamas II
La narco resistencia
¿A dónde vamos?

miércoles, 7 de julio de 2010

Al diablo con las encuestadoras

Mucho ayuda el que no estorba, dice el dicho...

Veracruz ha sido víctima de la rapacería, la ambición, la corrupción, la ineptitud, el dispendio y el abuso en tiempos electorales, ya con los partidos que disputan los cargos a elección popular era bastante para golpear a la sociedad de este estado maravilloso como para tener que soportar a otros personajes que bloqueaban el lento proceso de su democratización.

La desigual lucha electoral, que está de más analizar porque puede verse en cada calle de los ayuntamientos veracruzanos, se vio golpeada por dos elementos más, las encuestadoras y el juez de la contienda, es decir el Instituto Electoral Veracruzano (IEV).

Por meses y hasta el día previo a la elección, el candidato de la alianza Veracruz para Adelante Javier Duarte de Ochoa anunció que su ventaja era de dos a uno sobre su rival de la coalición Viva Veracruz Miguel Angel Yunes Linares, el mismo candidato presumió el 4 de julio una ventaja de más de 10 puntos, alzó los brazos, se dijo ganador. Las encuestadoras lo secundaron.
Mediáticamente el PRI promovió en prensa, pagando y no, que tenía ventaja, salieron a relucir nombres como Mitofsky, Berrueto, Buendía, "el nuevo sevicio" de la UV y con ello pretendían que la creencia en la población se quedara marcada como "un triunfo inobjetable".

Cayeron, porcentaje por porcentaje, se fueron cayendo y es el momento que nadie cree en los resultados electorales, no es cierto que "la mayoría de los veracruzanos" votó por Duarte, falso, votó menos de la mitad y el discurso falaz del candidato sobre que recibió la mayor votación del país, se cae cuando se miden proporciones, es obvio, el padrón veracruzano es enorme respecto a otras entidades.

Las encuestas mostraron el cobre que compró el PRI, nadie cree más en las encuestadoras, son un mal innecesario, pero un buen elemento para la manipulación de las estadísticas de los partidos.

Por simple honestidad, las encuestadoras deberían hacerse un lado sabiendo que no le hacen bien a la democracia. Ya lo dice el dicho: mucho ayuda el que no estorba...

El opaco IEV

En el 2000, el IFE de Luis Carlos Ugalde, luego de su tibieza y su dudoso actuar, cayó al los sótanos de la credibilidad. Lo mismo ha pasado con el IEV de Carolina Viveros.
Con antecendentes dentro de la UV, Viveros encabeza un trabajo que deja dividido al estado, tal como México hace 10 años.

Aunado a las villanías de los partidos, el IEV tomó con poca seriedad la contienda, hubo una nula promoción de uno de los principales motivos de la democracia, el debate y otras actividades.

Callaron, prefirieron que la población se quedara sin armas para decidir, marginaron el debate sólo a internet donde un 1% del padrón pudo verlo, se hicieron un lado ante el dispendio, se vieron sospechosos. La lentitud del PREP fue escandalosa, las diferencias numéricas salieron de los márgenes de error, fue un desastre.

Tras el 4 de julio, el IEV tiene una imagen deteriorada, sucia y difícilmente pueden ser garantes de una elección sin dudas. ¿Quién cree que ganó Duarte... quién cree que ganaría Yunes... ?

Ahora a esperar, a judicializar, a darle más golpes a las ya deterioradas instituciones... lástima por Veracruz...

jueves, 1 de julio de 2010

Duarte... la marca

Es de reconocer la capacidad que tienen los asesores publicitarios de Javier Duarte, hacen de "algo", un producto vendible...
Si Javier Duarte de Ochoa gana las elecciones a gobernador en Veracruz no será porque sea la mejor propuesta, la más limpia y mucho menos la más honesta o digna, será porque el Partido Revolucionario Institucional mantiene control y manipulación sobre las zonas pobreas, pero, también porque desde hace meses, posicionó la "marca comercial" Duarte en todo el estado, tal como Fidel Herrera posicionó la marca "Fiel" (y como lo sigue haciendo).
Apoyados en el dispendio, la permisión, la opacidad, el marketing, el aprovechamiento de las necesidades y las lagunas legales, el PRI tiene en Duarte una marca que en Veracruz se repite tanto como la Coca Cola.
El derroche se percibe cuadra por cuadra, se observa persona por persona, se huele en cada espacio del estado. Si las marcas tienen precio, por ahora, la de Duarte, es una marca muy cotizada independientemente de los escándalos, de las propuestas y de la calidad de las promesas.
Así, vemos casas tapizadas con la publicidad de Duarte, no hay ciudad con espectaculares que no anuncien al candidato, las pantallas electrónicas públicas tienen minutos pagados para transmitir la imagen y por si fuera poco, los medios fortalecen al candidato en anuncios comerciales o notas que ya olvidaron aquella frase de "inserción pagada".
No es nuevo, Duarte es una marca existente aún antes de que el funcionario, entonces Secretario de Finanzas Javier Duarte de Ochoa fuera candidato a la diputación hace poco más de un año, cuando "algo" llamado "Casa Duarte" se anunció por todo el centro del estado sin saberse qué tipo de negociación iba a ser.
Hoy, es común ver en los mítines el "Duarte" por todos lados, en la gente que usa sus playeras (rojas o blancas) para uso común porque la economía no le alcanza para gastar en ropa, en las gorras, en las sombrillas que se distribuyen por miles, en los "duartilindros", en las sandwicheras, en los botiquines, en lápices y cuadernos, en el agua embotellada, en banderines, en el refresco Delfín, en el trasero de las modelos que contratan, incluso en lugares como el Parque 21 de Mayo de Córdoba, el malecón de Veracruz o el centro de Xalapa, donde las autoridades permitieron a ciclistas que transitaran incansablemente.
Su equivalente "JD" también ha sido aprovechada para posicionar la marca Duarte, antes de su tiempo como candidato en agrupaciones como Juntos Dando, Juventud Dinámica o Juntas Decidimos, asociaciones de las cuales este bloguero desconoce registro o fuente de financiamiento, pero que permanentemente realizan actividades donde se resalta el nombre de Javier Duarte como benefactor de "causas" sociales, sanitarias o estudiantiles que lo mismo presentan cine gratuito u organizan concursos de belleza en antros.
Duarte, una marca rentable

Lo anterior ni siquiera tiene grado de denuncia pública porque en Veracruz todo mundo lo ve, está en cada esquina roja o en cada funcionario que desea mantenerse dentro de la agencia de colocaciones más grande del mundo: el PRI.
¿Es hora de legislar sobre la prohibición de estas medidas "populistas" que aprovechan las necesidades? ¿Es hora de aplicar sanciones contra el excesivo gasto que se ve a todas luces y que no requiere de documentos para evidenciarse? ¿Nos cuesta tanto a ciudadanos y autoridades ver que el abuso es espectacular?. ¿Es hora de reclamar al PRI por cometer estos actos y a los demás partidos y medios por callar lo evidente?
Si el PRI gana estas elecciones, no será por sus "buenas intenciones para Gobernar", tampoco lo será por la calidad de su candidato, ni por su propuesta, o su dignidad para enfrentar al mismo gobernador, sino por una excelente campaña publicitaria que costó millones y que puso a Duarte como una marca rentable, que garantiza permanencia entre la gente, sobretodo entre aquella que tiene en casa bajo ese emblema PRI-Duarte una sombrilla, una gorra, una sandwichera, un lápiz...

El error de vivir fuera del presupuesto

El caso de Gerardo Buganza es el peor ejemplo de lealtad y el mejor ejemplo de descaro. Buganza se hizo en el PAN, obtuvo cargos y altos sueldos como panista, hizo "carrera", tuvo la oportunidad de ser gobernador y le peleó a Fidel Herrera el cargo, fue su enemigo político, sin embargo, renunció al PAN, siguió los mismos pasos de Duarte poniendo una agrupación llamada Generando Bienestar (GB) y además se alió al priiista en un evidente despecho y bajo el argumento falaz de buscar la mejoría de la sociedad.
Lo más claro de todo, es que Buganza se volvió un representante de la clase política que hace daño al país, aquellos que piensan que vivir fuera del presupuesto es vivir en el error y hoy es lo que criticó por años.
Y más, con las grabaciones reveladas por Excélsior, se evidenció que fue beneficiado con la compra de 100 automóviles para patrullas...
Ese tipo de personas, son las que más daño le hacen al país, ni quién le crea aquello de que tienen un "proyecto de país"... lo que sí tiene es un "proyecto de persona" bastante claro...