La misma política, pero más barata
Se me ocurrió, como en múltiples ocasiones, una idea para garabatear. El país se presta a las mil maravillas.
Si Vicente Fox cambió el escudo y dejó una águila mocha, qué sería si la presidencia fuera ganada en el 2006 por Víctor González Torres. El resultado es este.
Un peluche, eso sería con una presidencia de peluche, igual al doctor Simi, la enorme botarga que nos muestra la imagen bonachona de un médico bailarín.
El caso del doctor Simi, cuya figura inevitablemente me habla de una persona que padece diabetes, alta presión, problemas cardiovasculares, quizás alta de colesterol y hemorroides, es simpatiquísimo en México y es, según la visión de los publicista, la imagen de salud que hay que dar al país.
Siguendo la norma establecida por Fox, Víctor González Torres (1 de julio de 1947) empezó a comprar su candidatura desde hace unos nueve años, cuando comenzó la promoción de sus empresas y se ha incrementado conforme se le han ocurrido algunas ideas descabelladas, como alcanzar la presidencia, por ejemplo.
A dos años de las elecciones generales, el dr. Simi, como se hace llamar González Torres, vende su imagen en los horarios baratos de todos los canales abiertos, se rodea de actrices intrascendentes que lucen más el cuerpo que el talento y contrata a reporteros para que le hagan entrevistas cálidas y humanas.
Con problemas de habla, pero siempre en la línea de ir primero a favor de los pobres, el precandidato (no se le puede negar su posición), hace sus propias encuestas en las farmacias de su propiedad, publica los "resultados" en revistas y diarios, y tira al viento sus retos que nadie toma en cuenta.
Además, González Torres luce con su séquito de modelos por toda América, hace especiales de su estancia y apertura de farmacias en Argentina, Brasil, Guatemala, Cuba, y se ha aliado a personajes como Rigoberta Menchú Tum.
En su haber, como empresario, el "dr Simi" tiene creadas las siguientes empresas Plásticos Farmacéuticos (1987), Fundación Best, con el modelo Unidos Para Ayudar (1994), Movimiento Nacional Anticorrupción-MNA (1996), Farmacias Similares (1997), Transportes Farmacéuticos Similares (1999), Grupo Por Un País Mejor (1999), Asociación de Médicos Mexicanos en Defensa de la Salud y la Economía Familiar (2000), Simimex (2002), Fundación Niños de Eugenia (2002), Fundación Mexicana en Defensa de los Seres Vivos (2002).
El éxito empresarial sin embargo, no garantiza el éxito, digamos que la política sería la misma, pero más barata, y sumemos a ellos el apellido González Torres con el Partido Verde Ecologista de México (en este momento brilló el cielo y segundos después sonó el trueno).
Víctor González y el dr. Simi (jugando a ser presidente),
el parecido es asombroso
Víctor González Torres es hermano de Jorge González Torres, fundador del PVEM gracias a los favores de Carlos Salinas de Gortari que sabía bien que dividido el voto, el Partido Revolucionario Institucional sería el ganón, y a su vez, tío del Jorge Emilio González Torres, el "Niño Verde", conocido junior actual líder del verde y recordado por sus geniales apariciones en videos en la Cámara de Diputados donde se muestra a punto del llanto por el nerviosismo y por la petición de 2 millones de dólares en una cinta grabada en Cancún, "“¿La utilidad sería de 27 millones de dólares?... ¿Y cuánto dinero nos va a tocar?... ¿no cuántos, por eso, pero a mi cuánto me tocan, dos... seguro que dos... dos... ah ok... ya entendí... dos?".
El Partido Verde o el partido "muerde" como lo llaman algunos cariñosamente, es aquella institución que llamaba a no votar por un político, sino por un ecologista, y años después, se convirtió en la tablita salvadora del PRI, que por décadas estuvo chingando al país... perdón... no quise decir estuvo chingando, sino quise decir le partió la madre.
"¿Seguro que dos?".
Ahi la lleva el doctor Simi, emparentado con la franquicia partidista conocida por su ecologismo, o mejor dicho, conocida por no promover el ecologismo, de la cual Víctor González Torres dice, no tener nada que ver (ajá, dice mi otro yo).
En espera de que se abra una puerta constitucional para que Simi entre a las elecciones como un candidato sin partido, porque quién lo querría entre sus filas, yo me quedo sonriendo frente al aguila de peluche que nos identificaría si gana González Torres y todas las botargas del médico bonachón, bailarín y risueño.
Artículo publicado originalmente el 30 de septiembre en el blog De Tocho
sábado, 23 de octubre de 2004
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