sábado, 30 de octubre de 2004

El narco nuestro de cada día

Nadie se salva

La relación de grandes capos del narcotráfico con personajes de relevancia en el país no es nada nuevo y tampoco es novedad que conociéndose estos nexos todo pase como si no tuviera importancia.

Wilfredo Veliz Figueroa, candidato del PAN a la alcaldía de Sinaloa; y Saúl Rubio Ayala, candidato a presidir la bancada panista en el Congreso de aquel estado no tuvieron empacho en acudir al funeral de Miguel Angel Beltrán Lugo, “El Ceja Güera”, un narcotraficante que fue asesinado el 6 de octubre pasado en el Penal de Máxima Seguridad de “La Palma”.

El "Ceja Güera" fue víctima de Lucio Juan Govea Lugo quien disparó en cinco ocasiones contra Beltrán que recibió tres tiros en la cabeza y dos en el tórax con una pistola calibre 22. Entre los testigos estuvo el asesino material de Luis Donaldo Colosio.


El funeral del Ceja Güera

Pero, qué de novedoso tiene que dos funcionarios, en este caso, panistas, hayan acudido al velorio del "Ceja Güera". Nada.

En un tiempo, personajes de la vida pública estuvieron ligados de una u otra forma a los narcotraficantes. Atletas, religiosos y políticos fueron señalados, y en algunos casos comprobada la relación con los narcos.

En 1993, el nuncio apostólico Girolamo Prigione, representante del Vaticano en México recibió a los hermanos Arellano Félix sin que trascendiera a más, y bajo la secresía todo quedó en escándalo. Según los reportes de prensa, los narcotraficantes hablaron sobre la muerte del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.


Girolamo Prigione, Eduardo y Benjamín Arellano Félix

El ex campeón mundial de boxeo, Julio César Chávez, ha sido presentado por los medios como un personaje atractivo para los narcotraficantes. Incluso, el deportista se enfrentó en tribunales al diario El Financiero por los señalamientos, demandas que perdió el sinaloense.

Respondió a la revista Día Siete a propósito del caso: "Me puedo tomar fotos con cualquier persona. Yo vivo en Culiacán, que es la cuna de puros narcotraficantes; ahí vive el "Mayo" Zambada, de ahí eran Amado Carrillo Fuentes, los Arellano Félix...¿Qué querían que hiciera? ¿Que no me tomara fotos con ellos para que me mataran? Yo dije en la Procuraduría General de la República: “si no quieren que me tome fotos con ellos, anden conmigo ustedes, vengan para acá, para que al canijo que se me acerque le digan: a ver, ¿cómo se llama usted?”. Los narcotraficantes también tienen hijos y yo soy su ídolo; si me invitan a un convivio, pues tengo que ir, porque si no ellos me llevan a fuerza".

El ahora presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, el priista Manlio Fabio Beltrones y el ex gobernador de Morelos (también del PRI), Jorge Carrillo Olea, fueron ligados al narcotráfico por el diario The New York Times en 1997.


Manlio Fabio Beltrones, Jorge Carrillo y Manuel Bartlett

De acuerdo con los corresponsales del Times en México, Sam Dillon y Craig Pyes, en una nota publicada el 23 de febrero de aquél año los dos funcionarios, Beltrones entonces gobernador de Sonora, protegían las operaciones del narco.

Carrillo Olea, quien dirigió en algún momento, al CISEN (el centro de inteligencia mexicano), más tarde sería involucrado con casos de secuestro.

Pero no fue el único, el ex secretario de Gobernación, ex gobernador de Puebla y hoy senador de la república, Manuel Bartlett Díaz, también fue ligado con el narco.

Desde 1985 la DEA lo acusó de complicidad en el secuestro y asesinato de Enrique Camarena Salazar, un agente de la agencia estadounidense. El poblano estaba en una lista de altos funcionarios vinculados con el narcotráfico que incluía nombres como los del propio Secretario de la Defensa en aquel momento, Juan Arévalo Gardoqui y su hijo, quien fungía entonces como agente federal en Baja California; el Jefe de la Dirección Federal de Seguridad, José Antonio Zorrilla Pérez; el Jefe de la sección mexicana de la Interpol, Miguel Aldana, y hasta un sobrino del Presidente De la Madrid.

Es común encontrar historias dentro de la farándula donde existen adictos y otras donde las figuras se ligan a los narcos.


Julio César Chávez, Francisco Stanley y Alejandra Guzmán

Francisco Stanley murió en condiciones propias de las vendetas entre capos, Alejandra Guzmán se casó con un distribuidor de drogas y varios son los grupos musicales, que son partícipes en fiestas de traficantes de sustancias prohibidas interpretando populares narcocorridos.

Nada nuevo resulta entonces que los panistas puedan asistir a un velorio, y también nada nuevo resultaría que después de constatarse la relación, todo quedara en anécdota y dato para para las citas en artículos periodísticos, aun cuando el presidente del PAN, Luis Felipe Bravo Mena, solicite la investigación.
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