Como si todos los gobernantes siguieran patrones similares, el columnista, que tiene el hábito de hacer levantes de todos los diarios, siempre y cuando sean un buen golpe a la izquierda y sus errores, hace un comparativo pretensioso de que los errores de Lula y AMLO son los mismos, primero de ida (Lula actuó como AMLO), y luego de vuelta (eso nos espera).
El inútil comparativo de AMLO con Lula lleva regularmente a una vertiente más risible, "AMLO es como Hugo Chávez", y en una desviación absoluta, "AMLO será como Fidel Castro". (aquí se debería gritar, "muerte al comunista")
Se trata de un periodismo curioso el que practica Carreño y otros que temen la llegada del popular "Peje" a la presidencia. Se puede llamar, "periodismo psíquico" o "periodismo apocalíptico", en el cual, el periodista intenta adivinar cuán mal nos irá si el tabasqueño "populista" se encumbra.
Pero, lo curioso, es que en deterioro de la figura de "López", igual lo comparan con Chávez (el presidente venezolano, no el boxeador), con Porfirio Díaz o con Adolfo Hitler o Mussolini.
El análisis apocalípticoEs una tendencia natural entre los detractores del ex jefe de gobierno capitalino. Es como una competencia de argumentos para atinar a quién puede compararlo con el peor.
Carreño, representante de una época oscura del control periodístico junto con Otto Granados Roldán (ambos colaboradores de Crónica), no va a quitar el dedo del renglón, luego entonces, por varias razones (Cargamento puede adivinarlo en su análisis).
Es irritable, sí, porque las evaluaciones parten de comparativos curiosos y rebuscados (y se está esperando periodismo serio), pero como le diría Marcos Mundstock a Daniel Rabinovich en "El negro quiere bailar"... Carreño "está razonando afuera del recipiente".
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