Manlio Fabio Beltrones, presidente de la mesa directiva
de la Cámara de Diputados llegando a la comida
y Roberto Madrazo durante el discurso
Con este párrafo inició su discurso el presidente del Partido Revolucionario Institucional Roberto Madrazo Pintado durante una comida con diputados de su organización y en un análisis muy sencillo se notan dos cosas: la primera, el entusiasta saludo al líder de la bancada priista en la Cámara de Diputados Emilio Chuayffet Chemor, quien realizó muy bien su trabajo en San Lázaro al hacer votar al grueso de los 224 legisladores del tricolor en favor del desafuero de Andrés Manuel López Obrador.
La segunda, es su entreverado discurso para disfrazar que se trataba de una celebración por el desafuero: "en que podamos revisar cuáles son los tiempos del trabajo político que vamos celebrando". ¿No era más fácil decir, "que podamos revisar cuáles son los tiempos del trabajo político que vamos a realizar?".
Ya no se diga nada de este párrafo "Sin duda que esta Legislatura (encabezada temporalmente por Manlio Fabio Beltrones) y de manera particular nuestro Grupo Parlamentario, es un motivo de orgullo para el Partido, esta diversidad que tiene la bancada, el respeto a su diversa composición, a sus formas de pensar y la tolerancia que juntos han construido para mantener a la bancada unida en lo esencial, ha sido muy importante para el partido"... oh, el señor Madrazo nunca dijo que trabajaron por el país, sino que es orgullo para agrupación, siempre el partido, la unidad.
Pero, lejos de este festejo, que por supuesto negarán una y otra vez, es preciso hacer unas observaciones.
La reunión se realizó en el lujoso hotel María Isabel Sheraton de la avenida Juárez, muy cerca de la Alameda, con precios que median entre los 120 dólares y los 190 dólares por noche (unos mil 300 a 2 mil 100 pesos).
El María Isabel Sheraton en el Centro Histórico del DF
¿Quién pagó la comida?, pudo ser el PRI. Pero, ¿no tiene el partido un salón donde reunir a 250 personas en la sede nacional?, pues sí, sí lo tiene, pero optaron por el hotel, y si el partido pagó seguramente pagó con dinero que aporta la población con sus impuestos y que recibe a través del IFE, que está obligado por ley a dar una millonaria cantidad de dinero al partido.El PRI no es empresa, no produce dinero, no genera ganancias por ningún lado, casi todo lo recibe de los priistas, en un gran número, funcionarios públicos que reciben dinero del gobierno (que tampoco recibe dinero porque no es una empresa, sino que son los mexicanos quienes dan dinero vía impuestos).
Si no fue la agrupación, sino los legisladores quienes gastaron para darle un agasajo a su presidente, es lo mismo, es dinero que reciben gracias a la aportación de los contribuyentes, porque hasta ahora, no se sabe que la labor legislativa sea un trabajo que produzca ganancias para el gobierno, es decir, que en ambos casos, en el fondo, pagó el pueblo, el mexicano común que paga impuestos.
Así las cosas, nosotros, los mexicanos que pagamos sin chistar el IVA (al 15% que nos aplicó Humberto Roque ya hace casi 8 años), que nos descuentan de nóminas, que pagamos tenencias (otro impuesto priista) y que recibimos descuentos por ISR, ISPT y otras abominables siglas, fuimos quienes pagamos parte de ese rico banquete priista con el que celebraron el desafuero de Andrés Manuel López Obrador.
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