sábado, 10 de junio de 2006

Odios y muchas ganancias

Los interesados en no permitir una real alternancia en México, culpan a Andrés Manuel López Obrador de polarizar la campaña, de sembrar el odio, pero no toman en cuenta, que esa polarización la fomentan estos mismos personajes con acceso a los medios y campañas como la realizada por los partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional.

Cargamento no recuerda una declaración del candidato perredista diciéndole al "pobre" que odie al "rico", AMLO ha enfatizado la desigualdad y un problema permanente y agudo en el país, el poder económico de unos cuantos y los beneficios que estos reciben, además del arribismo y el manejo de influencias permanente, incluso ahora con gobiernos perredistas.
El odio panista

Quien ha fomentado esa campaña de odio es el PRI con la fanfarronada aquella de "tu dices cuándo y dónde"... han fomentado el odio Calderón que filtra a través de su partido y sin fundamento que López Obrador es un peligro para México y que apuesta, nuevamente para cosechar basura, que AMLO miente, miente, miente, miente siempre mientras salen a la luz pruebas de que el panista no tiene las manos tan limpias.

O personajes que manejaron los medios para Carlos Salinas de Gortari como José Carreño Carlón que se muestra como vocero de Consultores en Información y Análisis de Medios (CIAM) y algunos otros medios que publican citas que le son convenientes a lo que desea expresar y que desmenuza hasta el último huesito los argumentos para decir que la tontería López Obrador es Hugo Chávez.
Las pruebas perredistas y las ingenuas exigencias
del PAN: "a ver, un documento firmado por Felipe"

El odio lo han plantado entre otros, estos integrantes que se oponen a un posible cambio pacífico interesado en las mayorías.

El efecto debate

Resulta evidente que mientras el debate terminó empatado, aunque medios clasificados antilopezobradoristas se aventuraron a dar como ganador a Calderón (Reforma y Crónica), en el postdebate lleva la delantera López Obrador.

Si bien es cierto que el golpe de Calderón que pretendió dar con el candidato perredista Arturo Núñez resultó volado ante la indiferencia de AMLO y que además los panistas ya no le dieron seguimiento para que fuera contundente, López Obrador dio un gancho al hígado que mantiene doblado a Calderón y su equipo.
Se le fue la sonrisa

Y es que, los panistas insistieron tanto en subir al ring al "Peje" que lo desestimaron y no midieron el impacto que resultaría tener a AMLO en una campaña de desprestigio de tú a tú y hoy, no sólo ambos están en el ring, sino que el panista esta arrinconado y recibiendo una andanada de golpes que se quita al grito de "miente, miente".

La campaña se pone más intensa y más sucia entre los dos candidatos que al final disputarán la presidencia. Y eso que Calderón ya dio por terminado el tema que lo seguirá hasta pasado el 2 de julio.

¿Y las instituciones?

Cargamento cuestionó el triste papel que hizo Federico Doring que se mostró como eficiente entregapizzas al recibir los videos de escándalo Bejarano y llevarlo a Televisa en lugar de hacer una denuncia en la instancia correspondiente.

Hoy estamos viendo algo similar, las denuncias públicas que evidencian algún tipo de delito se están ventilando en los medios, no en las instancias.

El golpe político que dio AMLO a Calderón en el caso del "cuñado incómodo" fluye en spots y sólo evidencia que el panista no tiene las manos limpias como presume, pero además, tímidamente los afectados, tampoco parece interesarles desmentirlo con la ley en la mano en las instancias correspondientes.
Zavala: ¿negocios con mi cuñado?... cómo creen

Es como el golpe volado de Calderón sobre Arturo Núñez, lo mencionan pero no es delito.

Lo del caso de Diego Hildebrando Zavala, de acuerdo a lo que se ve, sí sería un delito porque como funcionario Calderón no podía permitir que su familiar político se apareciera con negocios donde incumbía la jurisdicción del panista. Quién creería tan ingenuo al candidato panista.

Pero siguen en medios... cero denuncia.

Por ahora sólo se evidencia que efectivamente, el cuñado de Calderón sí tuvo negocios con el sector energético del gobierno mientras el panista era secretario de Energía, y la danza de números fluye.
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