En plena época de homo videns y escaneo, ya cuando poco a poco "se nos olvida" analizar por navegar, fue premiada por esa Academia irrefutable del Oscar, Logorama, un homenaje, crítica y parodia a las marcas comerciales con fines de lucro y sin ellos y sin duda, una referencia artística para la globalización.
Logorama, un cortometraje de 17 minutos producido por la empresa francesa H5 muestra una historia donde los buenos son los Bibendum de la llantera Michelin y el malo, hipermalo, supramalo es ni más ni menos que el desquiciado Ronald McDonald, promotor de las hamburguesas del mismo nombre.
Sin temores o con ellos, la trama pasea entre más de 2 mil logotipos y personajes que representan al comercio mundial, lo mismo vemos niños Bic, humanos AIM, al flaquito estúpido de 7 Up que a los pandas ecológicos de WWF, a dos ingenuos M&M, a Maestro Limpio gay y al gran hombre verde de Giant Green Fresh. Están en Los Angeles y lo que parece una oda al comercio en realidad se vuelve una burla al género de violencia dentro del cine, pasa a una crítica al género catastrofista y termina siendo una historia con fines ecologistas que anuncian la separación de la Península de Baja California motivada por el gran sismo que se espera en la Falla de San Andrés (aunque nadie sospechaba que generaría una palomita de Nike gigante)
Es una historia de buenos y malos como todas las historias de Hollywood, sin mucho contexto... no habrá costado trabajo a los directores François Alaux, Herve de Crecy y Ludovic Houplain haber encontrado clichés de cine.
Aún con la enorme carga comercial, el corto no tiene un segundo que no valga la pena, refleja la adicción por la imagen, el encumbramiento del comercio por encima del arte, pero también deja claro que nada de esto tiene sustento sin la naturaleza de las cosas, de las actitudes humanas a pesar de estar representadas por personajes que salieron de una mesa de publicidad y todo, regido sin duda por la naturaleza del planeta y más alla... un poquito del beatle George Harrison tiene la historia, deja ver el fundador de los estudios H5 Ludovic Houplain.
No deja de ser emotiva la selección musical que inicia con "Good Morning Life" cantada por Dean Martin y finaliza con "I Don't Want to Set the World on Fire" interpretada por The Ink Spots.
La historia no la tocamos para que puedan verla a continuación y de de lo que no queda la menor duda, es que es un cortometraje que va a dejar marca...
Entrevista con el creador de los estudios H5, Ludovic Houplain
Ficha de Logorama
martes, 9 de marzo de 2010
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