viernes, 1 de julio de 2005

Manifestarse o no, ese es el dilema

Estigmatizados por una discriminación incomprensible, que sólo se anida en cerebros rebasados por la intolerancia, miles, cientos de miles de mexicanos han sido tachados de "nacos", "acarreados", "indios" y otros motes por el simple hecho de manifestarse.



Encabezan los perredistas y sus simpatizantes, el PRI las acostumbra para demostrar la fuerza del que fuera su sistema y el PAN, también aporta lo suyo, unos serán "más nacos" que otros, pero la manifestación tendrá el mismo resultado de siempre, obstaculización a las vías y enojo de conductores.

Lejanas las manifestaciones de unidad priista, de apoyo a López Obrador y la, bastante cuestionada marcha de la seguridad del 2004, hoy le toca al presidente Vicente Fox, que sale nuevamente al Angel de la Independencia a celebrar una democracia que si estaba en pañales, aun no puede levantarse del suelo, y si lo hace, cae inmediatamente para llorar.


El festejo foxista la noche del 2 de julio del 2000

El guanajuatense, a riesgo de ser tachado de "naco" y "acarreador", está en su derecho de manifestarse, e incluso, de pedir el voto por su partido.

La ley le puede dar un revés, pero, dado que las leyes en México tienen un sabor tricolor, porque durante 70 años estuvieron manoseadas a conveniencia, Vicente Fox puede celebrar ahí, en el Angel, su cumpleaños, su aniversario de bodas o su triunfo hace cinco años.

Para tomar en cuenta

Cuando un grupo de mexicanos se dijo en contra de la inseguridad, y mediante apoyo económico que nunca fue explicado, con agrupaciones inexistentes (esta vez se repite) y que el "sospechosismo" de que eran ordenados por la Secretaría de Gobernación o el PAN encabezada por el ahora azul-gris precandidato Santiago Creel, el jefe de gobierno dijo que esa marcha, era de pirruris manipulados. La menospreció por considerarla un golpeo a su gestión y se llevó las críticas obvias de los sectores que apoyaron aquel movimiento.


Guillermo Velasco Arzac

Además, AMLO señaló que se trataba de un movimiento de derecha, con evidente apoyo gubernamental.

Lo que es cierto, es que en aquella marcha, una de las cabezas visibles fue Guillermo Velasco Arzac, presidente de una agrupación llamada Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública, hoy denominada Instituto Ciudadano de Seguridad y Justicia.

Hoy, a más de un año, Velasco Arzac es uno de los organizadores del festejo foxiano y queda para preguntarse, ¿realmente el gobierno federal manipuló a la gente en aras de una seguridad con la que no cumple tratando de endosarla a las autoridades capitalinas?

Sea o no, la manifestación foxista pinta muy diferente a aquella que, pareciera, festejó más la salida del PRI del gobierno que el triunfo panista.
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