lunes, 24 de julio de 2023

La Señora X, la candidata de AMLO... y Claudio

En el caótico mundo de las teorías, hay que concluir que al Presidente le dio por jugar al billar político.

Lo mostrado por Andrés Manuel López Obrador en la estrategia político-electoral muestra que movió sólo con su discurso todo el paño de la mesa para encumbrar a Xóchitl Gálvez como candidata del autodenominado Frente Amplio por México y en menos que se le pone tiza al taco la desinfló dejando a la alianza de oposición con poco espacio de maniobra.

 

 Con la carambola de movimientos que hizo el Presidente puso una encrucijada al mecenas de políticos Claudio X González y sus partidos al decir que fue el empresario ligado a Kimberly Clark el que puso como precandidata a Xóchitl, ya rebautizada como La Señora X, por obvias razones.

 

Con esto, AMLO dejó a la oposición con las manos atadas pues en automático puso en duda la legitimidad de la selección de candidatos (misma que ya había sido puesta en dudas por aspirantes como Lilly Téllez, Claudia Ruiz Massieu y todos los que conformaron el consejo electoral del frente, es decir su INE privado).

 
¿Quién desconfiaría del Presidente si el mismo bloque de partidos opositores sabe de su posición privilegiada en términos de información e inteligencia? El Jefe del Ejecutivo es una fuente informativa muy autorizada al saberse que se entera de todas las cosas torales que ocurren en el país. Al menos eso es lo que le dijeron sus “gargantas profundas(se dice que salidas desde la misma oposición).

Claudio X y Xóchitl, unidos por la X.

Pero, por qué la encrucijada. Porque, pese a que en la crítica cotidiana el sector oficialista niega una elección genuina dentro del Frente opositor, ahora las versiones están fortalecidas y respaldadas por la máxima autoridad de México y esto le pone una espantosa X (de Claudio X) a Xóchitl si esta termina seleccionada en el proceso que está en curso y que disputa entre otros con Santiago Creel, Enrique de la Madrid y Beatriz Paredes.

Así, si queda Xóchitl, AMLO siempre habrá tenido la razón y está muy bien enterado de lo que pasa en la oposición. La senadora habría sido elegida por el dedo de la cúpula político-empresarial encarnada en la figura de Claudio X.

De no quedar Xóchitl, esto va a ser un golpe demoledor para la oposición pues vuelve a quedar como hace meses, sin un candidato de simpatías, por lo menos de eso, de simpatías ya que la candidata Gálvez sólo tiene una imagen inflada en una burbuja muy frágil alrededor de ella.

Además, al empujar AMLO a Xóchitl, la carta “fuerte” en realidad es la más débil en lo político porque no se compara con ninguno de los posibles candidatos de Morena ya que la hidalguense tiene un currículum por debajo del cuadro de morenistas.


Gálvez, además de ser ingeniera y empresaria, sólo ha sido directora de la  Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, titular de la Delegación Miguel Hidalgo de la CdMx y Senadora plurinominal, mientras enfrente enfrente tiene a ex gobernadores y ex secretarios de Estado, casi todos muy experimentados en el activismo y la promoción a nivel de calle.

El extra de los antecedentes del origen humilde e indígena, si por un lado son un punto a favor de la senadora, por el otro son todo lo contrario al representar a una derecha contraria a esas características.

Además como carambola, López Obrador sacó de la jugada a Xóchitl de la contienda donde habría tenido más oportunidades de darle votos a la oposición, es decir de la elección para Jefe de Gobierno de la Ciudad de México.

Gálvez, exhibida en la "mañanera".

El juego de billar además terminó con un toque muy sutil a la última bola cuando en los últimos segundos de la plena libertad para hablar de lo electoral, ya que el INE lo censuró, AMLO expuso un evidente caso de conflicto de interés que incluye contratos millonarios realizados por las empresa de Xóchitl mientras era funcionaria de Gobierno.  Respuesta a un reto que le lanzó la misma senadora por el PAN.

Incluso, López Obrador retó a Claudio X que a través de sus equipos de informadores, investigaran el caso, mismo que fue rechazado por el grupo Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) con la excusa, primero de no ser de Claudio y segundo, de poseer una agenda “independiente”.

El tema no es menor, porque si bien empezó en lo mediático con la voz mañanera pasó a los tribunales luego que el ex delegado de la Miguel Hidalgo Víctor Hugo Romo, que sucedió a Gálvez, interpusiera una denuncia por varios delitos de corrupción que incluyen enriquecimiento ilícito, tráfico de influencias y el consabido conflicto de interés.

Xóchitl, en un momento inolvidable en el Senado.

Quizás Xóchitl nunca se imaginó que tras cinco años de insistir en acusar mediáticamente por varios flancos a López Obrador, entre ellos el familiar, con insistir, vituperar, calumniar, denunciar, hacer aspavientos, disfrazarse de dinosaurio, dormir en el Senado, amarrarse a una curul, reclamar presencia en las mañaneras y hacer uso de su florido lenguaje, en cosa de dos semanas subió al cielo, para después caer muy cerca del suelo sólo arropada por la fracción de incipientes simpatizantes, casi todos en la caja restringida de las redes sociales.

Todo parece tan bien angulado en la mesa de billar por AMLO que la reacción de la oposición ha tenido que ser simplemente defensiva y sin más margen de maniobra que regresar a una falaz acusación de sufrir un acoso con lo que llaman todo el peso del “poder del Estado”.

blog comments powered by Disqus