martes, 3 de febrero de 2009

Corrupción y crisis

Por ahi de 1998, nuestro profesor de economía cuyo nombre no recuerdo, pero que le decíamos "Galleta" pidió un trabajo sobre "las razones de la crisis".

Cada quien tomó el tema como mejor lo entendía, el joven universitario Cargamento se metió a la hemeroteca a buscar a su manera "las razones de la crisis" y encontró una constante: la corrupción.
Fue cosa de fortalecer la teoría de que la corrupción había golpeado de tal manera al país que lo tenía acostumbrándose a las crisis económicas.

Topé con otras hermosas perlas como que el PRI gastaba dinero que no le correspondía en las campañas electorales (como lo sigue haciendo), que Televisa recibía concesiones gratis y le exhoneraban impuestos (como lo sigue haciendo), que los cargos importantes de este país se los daban a compadres que sin ninguna experiencia saltaban de puesto en puesto (como lo siguen haciendo) y que vía el fisco se sigan salvando a las empresas aunque la gente se siga muriendo de hambre (como lo siguen haciendo).

Cuando los cófrades de este su globbero de confianza le entregaron al "maestro Galleta" sus trabajos... casi todos coincidieron quién sabe con qué fuente, que la devaluación del peso o la inflación era la razón de la crisis, salvo cuando llegó mi fólder, "La corrupción, la razón principal de la crisis (varios botones de ejemplo)". "Galleta", exclamó "¡ah chingá, a ver a ver!

Por qué esta laaaarga anécdota.

Por sin duda, Cargamento sigue pensando que las crisis, a nivel local o esta global, tienen como fuente algún tipo de corrupción. Entre bancos, entre bolsas, entre gobiernos, entre altos funcionarios que venden información privilegiada para dejar tambaleantes los mercados o los sectores industriales. La corrupción es el centro...

La corrupción le ha partido la cara a cualquiera que quiera un poco de orden, desde salvar un trámite, una multa, comprar una televisora o ganar unas elecciones.

Cuando aquí la inflación se fue a los 159%, gracias al control de la economía del grisísimo presidente Miguel de la Madrid, se intentaba despertar un poquito de la conciencia que a la postre fue un fracaso, la famosa "renovación moral".

Tan no se ha visto que hoy la corrupción está en todos lados y como nunca, instituciones como el Ejército, cuya solidez siempre dependió de la promoción, hoy está infiltrada por el crimen organizado y con razones de peso (miles de pesos); la Iglesia, en sus presumidas bases cae una y otra vez en corrupciones, a veces recibiendo dinero ilegal, a veces violando niños y el Gobierno... qué podemos decir del Gobierno que no se haya dicho... o que sí se haya dicho (gracias por la frase Les Luthiers).

Pero "no estamos tan mal"...el grado de corrupción en Zimbabue debe ser exponencial ya que la inflación llega a los 231.000.000% (¡Doscientos treinta y un millónes por ciento!).

No es cosa de ir con un análisis muy profundo, sea ahora o a finales de los ochentas con un profesor al que le decían "Galleta" para darnos cuenta que la base del problema es uno, y que los tecnisismos y mecánicas económicas son más que nada controladores para reponernos de ese defecto humano que es la corrupción.
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