El hombre necesita creer, necesita héroes...
Por eso, cuando hay figuras que parecen excepcionales, la población desborda su fervor y convierte a los hombres en dioses, en seres que pueden resolver todo con una frase, con una maniobra afortunada...
Mañana, Barack Hussein Obama Dunham se convierte en el presidente número cuarenta y cuatro de los Estados Unidos. A partir de ese momento, cuando Obama asuma, el sentimiento mayor a nivel mundial será la expectación, espera por ver los resultados que dé un presidente con características completamente diferentes a las conocidas de gobernantes estadounidenses.
La exageración de tomar al hombre nacido en Hawai en 1961 y volverlo héroe en tiempos de crisis es normal. Para muchos, la naturaleza del personaje y su biografía lo estereotipan como un ser singular, fuera de lo común para el país que representa.
¿Cómo un negro va a gobernar al país más racista de todos, al más excluyente, al más deshumanizado? ¿Cómo un hijo de un inmigrante lo puede conseguir? ¿El hijo de un keniano? ¿hijo de una madre que tuvo un segundo matrimonio con un indonesio? ¿Cómo?
La naturaleza del personaje lo pone como héroe, como la gran pieza que reformará las cosas con todo el poder que representa al gobierno de los Estados Unidos. Es la figura que necesitan hombres y mujeres que quieren un poco de cambio.
Estados Unidos no dejará de ser invasivo, ni dejará de implantar reglas para seguir controlando a muchos gobiernos, para México no representa gran cosa porque Washington tiene intereses muy bien plantados en su agenda y el control no es absoluto del habitante de la Casa Blanca, basta con ver la cantidad de gobiernos fronterizos que desdeñan la presencia de mexicanos y en sí, la justicia estadounidense tiene en el cadalzo a muchos hombres nacidos tras la frontera del río Bravo. México no es tema, sin embargo, acá también hay expectativa.
A partir de mañana, un sector importante de Estados Unidos tiene un héroe, sin duda, el otro sector que ve riesgos... ese sector es capaz de deshacerse de ese mandatario porque simplemente esa es la naturaleza del imperio.
Pero no es el único héroe para Estados Unidos.
El mismo Obama lo sabe, por algo invitó a Chesley Sullenberger a la toma de posesión de mañana.
Sullenberger fue piloto que junto con otras 154 afortunadas personas salieron ilesas del acuatizaje que tuvo un Airbus320 de la línea US Airways en Nueva York.
La necesidad de héroes levanta al piloto como un hombre más allá de lo normal que tuvo, en su conocimiento, la habilidad para hacer que la nave, de unos 8 metros de longitud tuviera un descenso lo suficientemente suave como para permanecer casi intacto y a flote sobre el río Hudson.
Quizás no fue una maniobra extraordinaria para la habilidad de los pilotos de este tipo de aviones, pero salvar por sus decisiones a las 154 personas ubicar a Sullenberger como un héroe... tanto como los médicos que libran cirugías diariamente o como los socorristas que diariamente sacan de fierros retorcidos a heridos.
Qué oportuno accidente para el piloto... que estará en el evento histórico de asunción del primer presidente negro en Estados Unidos.
Es la necesidad de héroes, que en México, es un sentimiento por mucho, multiplicado.
lunes, 19 de enero de 2009
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