"Que quien siembre la discordia no encuentre en el alma de México tierra fértil y eso solo se logra mediante el diálogo, mediante la tolerancia y el respeto a los demás”.
Sin embargo, quien dijo esto, no fue ni respetuoso, ni tolerante, ni buscaba la cordialidad al calificar a un contendiente, descarademente y sin argumentos que era un peligro para México.
Ahora, el candidato que fue designado como ganador por el IFE, se llena la boca con esa frase que debe taladrarle el oido y despertar sonrisas socarronas entre sus colaboradores.
Pocos políticos que se encumbran legal o ilegalmente en el poder, podrían retenerse al escupir una frase asi. Pero, Felipe Calderón desea ser un política de talla grande, y por eso no tiene empacho en soltar el "que quien siembre la discordia" sin llenarse de vergüenza.
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