sábado, 13 de mayo de 2006

Los tiempos que vienen

Dicen que Roberto Madrazo tiene sobre su escritorio un par de documentos con una etiqueta clara: Felipe Calderón y Tomás Ruiz.

Ante la riña de alcoba que traen PAN y PRI, cualquier cosa vale a estas alturas y no está de más recordar que los tiempos más duros de la campaña apenas empiezan y que, sin duda, el priista tabasqueño querrá negociar el contenido de esos folder a cambio de "algo" que no lo perjudique por los siguientes 6 años, pensando que Calderón ganara.
Calderón y Madrazo, amor y odio

Esos documentos, según hizo saber El Universal en su columna Bajo Reserva, están relacionados con seguros y fianzas y la operación de compra-venta del edificio de Banobras.

"Los que hablan al oído de Madrazo todavía no tienen claro si los misiles serán utilizados hasta el próximo debate o si de plano serán lanzados antes de que se vuelvan a ver las caras. Ahora que el tabasqueño se recupere de la intoxicación, tomará la decisión, aseguran".

El otro tema que trae entre manos el priismo contra Calderón es esa ingenua reunión que tuvieron la diputada Margarita Zavala y la titular de la Secretaría de Desarrollo Social Ana Teresa Aranda, si la señora que de niña que dejó que de niña, los hijos de sus empleadas le pegaran los piojitos. Por ello, Madrazo quiere denunciar el hecho, y alcanzar ese segundo lugar que para él sería el triunfo.

El intríngulis aquí está en que Aranda, es la encargada de los dineros que, presuntamente se destinan al combate a la pobreza, y la señora Zavala es la esposa del candidato panista Felipe Calderón.
Aranda y Zavala, cosas que ocultar.
"Pero en qué cabeza cabe mujer" habrá dicho con tono michoacano Calderón. "¿¿Para qué invitaste a Teresita??".

Se necesita ser muy ingenuo para pensar que esa reunión fue para analizar las cortinas, checar el catálogo de Avón o hablar de macramé y repujado. Pero Cargamento no lo es.

Por qué la funcionaria que maneja fondos públicos se reune con la esposa del candidato panista en casa de esta última, si no es para otra cosa que dar a conocer detalles de dónde se debe atacar a los sectores más desprotegidos para obtener el voto. No es acaso una reunión para detectar y tocar los temas más preocupantes y hasta, compartir información de evaluación que debería compartir con todos los candidatos.

¿No es este juego sucio?¿no es ayuda gubernamental hacia Calderón?... (¿Y por cierto, como todos los políticos, Calderón ya huele a nepotismo, esposa diputada -con licencia- y hermana senadora (Luisa María) y el cuñado sirviendo al IFE y la Sedeso... los hijos son menores de edad)

Pero que no nos extrañe, los panistas han acostumbrado reunirse en lo oscurito para solucionar las cosas y ensuciar el ambiente político contra, la mayor parte de las veces, la izquierda.

Como diría Troy Mclure, "seguramente los recuerdan en películas como" la concertacesión que hubo en 1991 entre panistas y priistas para tumbar al Ramón Aguirre Velasco, quien con las trapacerías priistas había ganado al mismo Vicente Fox la gubernatura de Guanajuato, y cuyo intercambio se dice, fue quemar las boletas electorales a cambio de instalar como Ejecutivo estatal a Carlos Medina Plascencia (qué bonito se vio Diego Fernández de Cevallos dando su voto).

Cómo no recordar esa maravillosa reunión documentada entre el Cisen, un delegado de la PGR, Carlos Ahumada y Diego Fernández de Cevallos para armar el tope monumental que era la fallida cancelación de los derechos constitucionales de Andrés Manuel López Obrador de aspirar a la presidencia.

Cómo no recordar esa reunión entre el presidente Vicente Fox y el Presidente de la Suprema Corta (así le dice Tomás Mojarro) justo en los momentos más álgidos del proceso de desafuero contra AMLO.
El PAN sabe bailar al son que le toquen

Cuántas veces el PAN ha jugado el papel de patiño de abandonar la sala para dejar a los priistas hacer y deshacer las leyes para que queden a modo... como olvidar al memorable José Francisco Paoli Bolio cuando se votaban las tajadas del Fobaproa y al momento del voto, se fue al baño.

Así han sido toda la vida, sólo que ahora, es la guerra, como diría Josefina Vázquez Mota... y quizás le dé igual a Madrazo soltar esa granada que no hace ver a Felipe Calderón con las manos tan limpias.
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