lunes, 5 de junio de 2023

Los resentidos

Muchos fans de la oposición acarrean las miasmas de sus líderes, uno de tantos es calificar a quienes no coinciden con su forma de pensar con una lista de adjetivos ofensivos que ya usan como libro de reglas, pero entre ellos, tienen uno que parece que sí aplican correctamente… el de “resentidos”…

Hoy, domingo 4 de junio, justo esos resentidos son los que pusieron, ya no el último clavo en el ataúd del PRI, sino que activaron las poleas para bajar a la fosa el féretro del otrora poderoso Partido Revolucionario Institucional.

Los resentidos le han arrebatado desde 1997 todo el poder que tenían los tricolor, fue una lucha lenta y dolorosa, pero finalmente la ganaron.

Y son resentidos porque después de décadas se despertó una sensibilidad política nunca vista en México.

Hoy, además de que gente a favor y en contra del Presidente Andrés Manuel López Obrador, hablan insistentemente del quehacer de Gobierno, con y sin razón, con y sin conocimiento, con y sin fundamentos, se entienden muchas cosas del pasado y mirando hacia atrás, se exponen esos resentimientos y rencores obvios de quien te ofrecía el beneficio y causaban todo lo contrario.

Por eso, los resentidos hoy literalmente le están quitando los pocos espacios de poder que le quedan al PRI.

Resentidos de una paz social simulada por el PRI desde los 60, cuando el régimen priista acotó las libertades de opinión y reprimía cualquier forma de manifestación.

Resentidos por la falta de oportunidades económicas que establecía el PRI, resentidos por aportar fiscal y puntualmente a la Federación y recibir miserias condicionadas.

Resentidos por saberse controlados en cualquier sector en el que estuvieran, no podían ser empresarios, campesinos, burócratas, indígenas, maestros u obreros, porque debían rendir sumisión al PRI…

Resentidos por padecer las peores devaluaciones e inflaciones del mundo y seguir escuchando promesas para administrar la abundancia.

Resentidos por saber que toda la riqueza que le pertenecía por Ley fue vendida o regalada a cuates priistas.

Resentidos por escuchar promesa de campaña del PRI, de ofertas de más legalidad y descubrir que todo se legislaba a puertas cerradas y obedeciendo patrones que pagaban por meterle mano a la Constitución.


Resentidos por tener que pagar deudas privadas.

Resentidos por no poder confiar en cuerpos electorales imparciales, porque sufrieron una y otra y otra y otra vez de fraudes electorales del PRI y hasta enterarse tristemente que la familia muerta les regalaba votos al tricolor.

Resentidos por dejar gobernar a cuerpos de élite priistas, graduados con honores en Yale y Harvard confiando en que eran los más capaces y que terminaron hundiendo la economía y en el peor de los casos, en largos procesos judiciales por una corrupción sin límites.

Resentidos porque el PRI les prometía con bombo y platillos instituciones fuertes y de esa sólo se beneficiaban a través de fondos y nómina algunos amigos y terminaban siendo, esas sus instituciones, órganos de manipulación electoral.

Resentidos porque no les tomaron en cuenta de aquellas concertacesiones extra electorales de finales de los 80s.

Resentidos por confiar al PRI la seguridad del país y ver cómo la población fue abandonada y sin más opciones que sobrevivir en la ilegalidad de múltiples formas.

Resentidos de ver cómo crecía la fuerza corrupta cambiando la naturaleza de la política, tanto como para que sus mismos líderes dijeran que la corrupción era un asunto cultural.

Resentidos por esos y muchos motivos más en los cuales se confío en el PRI, hoy culminaron por retirarles el voto hasta dejarlos en el límite del registro.

Resentidos y orgullosos al sentirse señalados por los aliados del PRI que movidos por cúpulas empresariales los sobajan por su forma de hablar, por su color de piel, por su raza, por sus gustos, muy diferentes a los amigos que se consiguieron los priistas para hacer alianzas.

Hoy los resentidos ven al PRI mendigando votos, los ven simulando orgullo pese a que en lugar de sufragios lo que deben de pedir es perdón por abandonar al país y saquearlo.

Esos son los resentidos de los que, aún se siguen burlando y reclamándoles, como si no hubiera motivo de rencores.

Así, los resentidos le fueron quitando municipios, congresos, estados, Presidencia, poco a poco quitando de la mala memoria términos lamentables como “carro completo”.

Hoy, con la votación en el Estado de México en beneficio de la morenista Delfina Gómez, se fragua finalmente lo que parece un justo pago al PRI, porque los resentidos, hoy no se tocan el corazón para votar libremente.



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