Con el afán de ganar, el juego sucio se vale para los políticos y las leyes, si no están escritas, están para hacer como si no existiera lo justo... se sabe bien, para el político, la ley existe, la justicia no...
Todo esto viene por la trampa electoral que han adquirido algunos precandidatos veracruzanos en víspera de elecciones que se aprovechan de las lagunas en los reglamentos para promocionar su nombre... o bien su apellido, que terminan siendo comerciales de hoy y funcionarios "del mañana"...
Juan Lavín, actual alcalde de Córdoba, Javier Duarte actual diputado y aspirante a gobernador y Gerardo Buganza, aspirante a la gubernatura de Veracruz son casos evidentes de ese ejemplo de aprovechar los vacíos legales...
Café Lavín
En 2007, en meses previos a la elección local para alcaldes, por toda la ciudad y la radio, comenzó a circular la marca "Café Lavín". Los espacios, pintados en rojo anunciaban un café que nadie conocía y que poco a poco comenzó a circular en las tiendas. La marca fue justificada por tener una existencia en papel, pero no era propiamente un producto en curso.
Lavín lo aprovechó para que su nombre tuviera presencia en la población. Si tuvo o no impacto comercial difícilmente se podría saber, pero el apellido Lavín tuvo presencia en tiempo electoral fuera de tiempos de promoción.
Casa Duarte
El caso de Casa Duarte es todo un enigma. Este negocio, sin presencia física, comenzó a promocionarse en espacios deportivos, promocionando carreras, en espectaculares en coincidencia con el rumor creciente de que el secretario de Finanzas veracruzano, en ese entonces Javier Duarte de Ochoa sería candidato del PRI a diputado federal.
Casa Duarte se multipublicitó, fueron en un cálculo somero, miles de pesos los derramados por la empresa inexistente, que el mismo alcalde Lavín dijo que sería un negocio que vendería productos de la región. La empresa, en aquel momento, simplemente no existía en lugar alguno ni era provedor de nada.
Finalmente apareció Casa Duarte, la inauguró Lavín, que es un pequeño negocio dedicado a la venta de café. A la par con esto aparecieron instituciones como Juntos Dando y Juventud Dinámica, ambas con las siglas JD, en coincidencia con el nombre de Javier Duarte. Cualquier empresario inteligente no habría invertido tanta publicidad para una cafetería minúscula, además, en cuestión de marketing, el deporte no sería el mejor aliado de los tomadores de café.
Si tuvo o no tuvo impacto, no se sabe, a la postre el apellido Duarte era el más promocionado fuera de tiempos electorales y al final Javier Duarte consiguió la diputación. Ahora, él mismo, es el nombre que muchos funcionarios empujan con elogios para llevarlo a la candidatura del PRI a gobernador de Veracruz.
Café Buganza
El siguiente apellido es Buganza.
También en marca de café, Buganza se promociona ya en varias ciudades del estado.
La marca ya se promociona y tiene su sitio en internet www.buganza.com.mx , existe, aunque su registro es muy nuevo a diferencia del café Lavín. El dominio fue registrado apenas el 29 de enero de 2009 y tiene una caducidad de dos años (se puede verificar aquí: http://www.whoismexico.com).
El caso es que fuera de tiempos electorales, en coincidencia, el apellido Buganza ahí está promocionándose para tener presencia en el mercado, y ese mercado no es otro más que el electoral...
El caso fallido fue el de Grupo Empresarial Votte, porque por algunos meses, en la región de Córdoba, comenzó a leerse en paredes "Grupo Empresarial Votte", cuando las intenciones políticas del alcalde de Ixtaczoquitlán, Nelson Votte, eran las de alcanzar otro puesto fuera de la alcaldía.
Eran marcas, terminaron siendo funcionarios, así se puede sintetizar todo y por otro lado, usan la trampa, la simulación, el descaro y ahí estarán, en la boleta, sea partidista o finalmente electoral, buscando pasar de presunta marca comercial a el siguiente funcionario...
El 'informe' de Duarte
A cuatro meses del inicio de actividades de la LIX Legislatura (menos sábados y domingos, menos vacaciones de diciembre, menos recesos, menos fin del primer periodo de sesiones - que serían alrededor de 20 días efectivos de trabajo), el diputado federal Javier Duarte dio un informe que en realidad fue una mezcla de elogios, pasar lista de presentes, elogios, presumir propuestas, revivir ofertas, mitin político, elogios, fiesta, contratación de publicidad, elogios y agradecimiento al gobernador Fidel Herrera.
Atrás de ese 'informe de actividades legislativas', ordenado según su mismo discurso, no por mandato de los electores, Constitución o reglamento de la Cámara, sino "en acatamiento a la obligación que me impone el inciso b) de la fracción VIII del artículo 60 de los Estatutos del PRI", no está otra cosa más que su intención de ser candidato a la gubernatura de Veracruz.
Pero no fue informe, no dijo cuánto ha gastado en sus viajes que van desde Pánuco a Las Choapas, no dijo nada de los regalos que dio, no dijo nada de el uso de la frase institucional de Fidel Herrera que dice "viene lo mejor"... tampoco argumentó o informó sobre las razones reales para aumentar los impuestos, de hecho, sólo dos veces mencionó la palabra impuestos... Tampoco informó por qué, a apenas cuatro meses de su llegada a la curul va a dejarla. Dónde quedaron las promesas con las que ganó el voto...
Su discurso, en el que mencionó "fidelidad" ocho veces, no fue un informe, sino un mitin que no será registrado como acto preelectoral, que no estará incluido en una precampaña que inició ya hace más de tres años, que no será sancionado porque como en el caso del café, hay muchas, muchas lagunas legales... y ahí siempre terminan ahogados los electores...
miércoles, 6 de enero de 2010
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