Hoy el IFE lo demuestra. Esta razón es el reflejo de los cientos de miles de pesos que se embolsa el presidente y ministros de la Suprema Corte de la Nación, las decenas de miles que lo hacen entre funcionarios de mediana talla para arriba, diputados, senadores, secretarios de estado, alcaldes, regidores, síndicos, gobernadores. Todos son felices organizando y planeando, no un trabajo responsable, sino cómo sangrar mejor al presupuesto y mirando por ellos y sus grupos (si hay excepciones, que levanten la mano).
Son buenos para organizar reuniones fast track y autoaumentarse el sueldo porque creen merecerlo.
Estos ejemplos se dan diariamente, cuando no es un congreso local, lo es el federal, si no alguna reunión de cabildo o simplemente los funcionarios pasan facturas que van desde comilonas, viajes hasta sesiones de table dance y en esta ocasión quien muestra el cobre es el Instituto Federal Electoral (IFE) a cargo del hombre que se casó bajo la mirada testimonial de Felipe Calderón: Luis Carlos Ugalde.

De acuerdo con la nota de La Jornada, "a los dos meses de salario que ya se había aprobado entregar a consejeros, funcionarios y personal del mencionado organismo, se añadirá una partida extraordinaria".
Con la determinación de la Junta General Ejecutiva del instituto, a los 375 millones de pesos que el área administrativa había calculado que implicaría el 'estímulo original', éste se elevaría en 93 millones extras, por concepto de estos 15 días de salario por el bono electoral que ese órgano consideró viable autorizar, totalizando 468 millones de pesos para esos 'estímulos''.
Lo demás nos lo imaginamos, el frotamiento de manos, la sonrisa satisfecha, "trabajamos para la democracia".