
La bravata madracista, es decir, el reto de Roberto Madrazo en spots televisivos, en realidad sólo es el inicio del suicidio, porque el candidato del PRI, solo se está tirando al abismo, donde también se encontrará su pasado, más ominoso, más contaminado, el triple de sucio y pestilente que el de cualquiera de los otros cuatro candidatos, incluído por supuesto, el blanco de la bravuconada, Andrés Manuel López Obrador.

Qué va a contestar Madrazo después de que escuche las mismas respuestas que dé López Obrador sobre los casos Bejarano, Ponce, dobles pisos, sobre el amparo del Encino, sobre la deuda del DF o los casos de inseguridad. Porque AMLO va a contestar, con las mismas excusas y convicción, lo mismo que por meses ha dicho. Y luego, qué dirá Madrazo a las historias de fraude, asesinatos, control y responsabilidad económica que ha dejado, no sólo el ex gobernador tabasqueño sino la institución que representa. ¿Qué va a decir? ¿va a contestar con preguntas y las respuestas que ya nos sabemos como lo hace López Obrador o dirá la verdad de cómo se maneja la política de Madrazo?.

Envalentonados, la redacción priista de Crónica dice "parece que el priista identificó por fin a su rival, que lleva cuatro años golpeando al PRI y a su candidato. Madrazo se lanza directamente contra López, le exige no mentir más a la gente, lo que 'para ti es un hábito'. No más entre líneas, no más mensajes sin destinatario, parece la nueva estrategia. Y el reto es directo, en materia de debates: 'El debate es la esencia de la democracia, tú dices cuándo, ponle hora y vámonos hablando de frente'.

Roberto Madrazo se está poniendo en la orilla de la tablita... en el patíbulo... se está poniendo una soga al cuello... vive un rictus antes del desenlace.
Para qué busca Madrazo suciedad, desengaños, corrupción en López Obrador si la puede encontrar en su entorno, en su espejo.

¿Se siente orgulloso de que su padre Carlos Madrazo se encontrara entre los asesinos durante la matanza del domingo 30 de diciembre de 1934 en Coyoacán?
¿Quiénes financiaron su campaña durante el megafraude electoral de 1994 donde gastó 70 millones de dólares, cifra superior a la gastada por el que fuera presidente de EU, William Clinton?
¿Por qué no debatió con AMLO en 1994 cuando el ahora candidato del PRD se lo pidió (sin un sólo spot) cuando buscaron ambos la gubernatura de Tabasco?
¿Se siente orgulloso del desprestigio de uno de sus amigos: Carlos Cabal Peniche y otros banqueros que gracias al dinero libraron la cárcel?
¿Cómo movió el PRI las piezas para repetir el fraude electoral en Tabasco en 2002?
¿Por qué representa una organización que dejó empobrecidos a los mexicanos?
¿Por qué es capaz de saludar, sonreir, confiar y apreciar las amistades de los siguientes personajes: Carlos Hank González, Carlos Romero Deschamps y Carlos Salinas de Gortari?

Qué va a contestar a esto Madrazo, sólo para empezar, pregunta Cargamento. Más que AMLO, el preocupado debería ser el priista, porque de AMLO, ya sabemos lo que dirá.