martes, 8 de enero de 2008

Una extraña reflexión de Cargamento, apta para todo público

Releyendo los deseo de Cargamento para el 2008, que tienen como base esa oda a la vida (o muerte, depende cómo les haya ido en la feria por su comportamiento) como es el final de la película La vida de Brian, es bueno reflexionar sobre el actuar de la gente... particularmente sobre esa especie que no saben el valor de la tolerancia y la negociación, y que buscan el daño de terceros, además de culpar a la vida y al destino sin asumir que son sus actitudes las que lo ubican en su justo lugar... aunque nunca pretenden entender que no hay azar ni jefe supremo que mueve los hilos en la Tierra... pero que se siguen conformando con el "por algo pasan las cosas"... como si las cosas ocurrieran de la nada sin tomar responsabilidad... "les caerá la ira de dios... ¡la vida cobra todo!... y vendrá otro angel y romperá el séptimo sello... arrepentíos"... perdón por la neurosis.
Recordemos casos dramáticos.
A Saddam Hussein, que todo el tiempo estuvo de bravucón, que siempre a gritos, con ojos desorbitados y escupiendo al hablar decía hasta de lo que morirían los gringos, y que además ponía en medio a su dios, le costó la vida.
No dudo que algún consejero, quizás incluso su pareja o parejas, las de Saddam, les dirían, "Saddy... bájale, qué necesidad de bronquearte, de gritar, de tirar cosas o plomazos en el Palacio Real, de decirle groserías al señor o sospechar que odia a Irak, si ellos andan en su rollo... una alianza, una sana distancia, una negociación será buena Saddy, hasta en las parejas se negocia".
Don Saddam ya tuvo un feliz 2008, "pero qué necesidad".

Pero no, el señor Hussein estuvo todo el tiempo de bravucón, ofensivo, sospechando, gritoneando ante cualquier sospecha, y nadie lo paró. Cuando después de tanto reto y bociferada el otro "malote" de la historia decidió actuar, quienes sufrieron fueron terceros, miles de muertos, un país destruido y para acabarla, la cabeza de Hussein, literal, tirada. Seguramente Saddam no entendió nunca aquel cuento de Pedrito y el Lobo... ni aquel refrán de que el "valiente puede, hasta que el cobarde quiere"... pcht pcht... "pero qué necesidad", diría el de Juárez.
Arrancado el nuevo año, está visto que quien quiera una vida tranquila y bastante divertida, sin aspavientos ni sombrerazos, sólo debe tolerar y negociar, en el plano que se desee, y sobre todo, hablar oportunamente, y ojo, poner atención a la frase "hablar"... no gritar, mucho menos decir groserías o pretender humillar, y si acaso, recibir las ironías del interlocutor con una sonrisa, incluso en los pleitos un buen chiste oportuno debe tomarse como tal.
Aún en la exigencia de justicia, el reclamo puede ser pacífico, aunque el abuso se evidencia, vean hoy al EZLN.
Cambiando un tanto de tema, en los tristes planos de la política, desafortunadamente todas esas buenas intenciones, incluso las de negociar, no tienen sentido, dado que para ellos, los políticos, la simulación es lo importante, ahí ni moverle, porque los políticos, antes que a la población, ven a su persona y a sus grupúsculos. Sean de derecha o de izquierda, da lo mismo, aunque la izquierda se muestra en teoría humanista.
A la hora de la hora, el poder, está dicho, corrompe, luego entonces cualquier buena "esperanza" de ellos, está descartada por cuanto al tema principal del texto.
Lo mismo aplica a los medios, mucho más por aquellos caníbales que a costa de buenos ingresos son capaces de engañar o distraer de más a una población, ejemplo mexicano, que se muere de hambre en un 40% y que carece de empleo, pese a tener un presidente, Felipe Calderón, que es el presidente del empleo... mmmh, sí claro, él sí tiene empleo.
Siguiendo en la línea de ese mensaje de La vida de Brian, con todo y el gasolinazo, con esta vida nueva que siempre promete el 1 de enero, no queda más que hacer la caravana, y sonreir a ese sector que prefieren el conflicto antes que un momento para reflexionar que las broncas no deben derivar en tragedia. Y las venganzas más... ya lo dijo como única frase inteligente Chespirito en alguna emisión del Chavo del 8, "la venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena" (nunca imaginé que algo bueno podría salir de ese programa de TV).
En fin, con esas virtudes, que por cierto, no son fácil de mantener activas todo el tiempo, como son la tolerancia y la negociación, el 2008 pinta, en teoría, muy padre... aunque sí, con hambre y desempleo.
Y de los que no asuman esa forma de vida, que los seguirá habiendo, que seguirán haciendo daño aunque ellos mismos tengan una enorme cola que les pisen, pues... nada que hacer, solitos pierden la cabeza... como Saddam.