La fusión prianista
A diferencia de las viejas campañas, en las que el favorito de todos los políticos encabezaba las tendencias y casi todos aseguraban un puesto en las diferentes instancias de gobierno, esta vez no ocurre tal cosa, y mientras en el pasado todo estaba en su lugar y nadie se movía para salir en la foto, hoy, PRI y PAN saben que las cosas cambiaron y en defensa de ello, es hora del descaro y de poner en la mesa las cartas con las que se favorecen mutuamente. Es hora del frente para que Andrés Manuel López Obrador no llegue a la presidencia y "nos vaya a agarrar sin fuero".
Pero, lo que parece un plan con éxito asegurado, en realidad es el suicidio.
Cuando Camerún jugó el partido inicial contra Argentina en el Mundial Italia 90, todos estuvieron con el débil, y la satisfacción mayor cuando Francoise Omar Biyik anotó el gol que le dio el triunfo a los africanos, lo mismo pasó en el triunfo de 1-0 de Senegal sobre Francia en la Copa del Mundo de Japón-Corea 2002 con el gol de Diop Papa Bouba. La gente naturalmente se pone con el de "menos fuerza". Son ejemplos.
En pleno complot, ahora sí, PAN y PRI están a punto de sucumbir por este "complejo".
A qué le tiran si las piezas claves se están salvando en las listas de candidatos por la vía plurinominal (que debería desaparecer de una vez por todas) con el fuero que obtendrán. ¿A qué le tiran, si a los candidatos cada vez los abandonan más partidarios?
No me ayudes compadre
Algunos medios serían felices de que sus "reportajes" pretensiosos se volvieran profesionales y adquirieran la veracidad que no tienen. Pero no, al momento, el principal interesado (el gobierno) de que no gane AMLO no puede confirmar la presencia de células chavistas que apoyen al perredistas. Es decir, Crónica, vuelve a ser el bufón del periodismo al mentir y evidenciarse.
Sin poder hacer patente ese apoyo venezolano, AMLO vuelve a ganar puntos, pese al dolor del diario, de sus funcionarios y seguramente de aquel poder detrás del diario, llámese Carlos Salinas.
Crónica, PRI y PAN, tuvieron una bocanada de aire cuando el polémico presidente Hugo Chávez dijo que en México hay un plan de la derecha contra el perredista.
El solo nombre del tabasqueño en boca de Chávez, pareciera que es una prueba de que efectivamente el gobierno venezolano apoya a la campaña del "Peje".
El zorro político (con todos los vicios adquiridos desde sus 11 meses de priismo) que es AMLO de inmediato se puso las pilas y ni siquiera mencionó al incidente (aunque se quedó con las ganas de decirle "no me defiendas compadre"). Lo que es peor, en términos periodísticos, es que Crónica no pudo, o no ha podido dar seguimiento a su nota simplemente porque su "contundente" reportaje, no tiene sustento.
He ahí la diferencia con los medios serios.
Promoción del odio
A falta de propuesta y de hartazgo de la población, los candidatos han apostado por la descalificación constante.
En el límite se encuentran el PAN y el PRI, el PRD añade de lo suyo.
De las campañas "libres" de presión que tiene la historia contemporánea de México, esta es la que está exhibiendo la pobreza de las plataformas, y el colmo ha llegado en esa promoción de "no votar" por Andrés Manuel López Obrador.
El dinero de los mexicanos, que a través del Instituto Federal Electoral (IFE) regala la Secretaría de Hacienda a los partidos políticos, se está utilizando en eso, en pedirle a los votantes que no emitan su voto por el "populista", el hombre "sin tolerancia", el candidato que "nos llevará al pasado".
En estos términos, Cargamento sugiere a los candidatos dejarse de estupideces y pelear por el voto del electorado con base en sus propuestas.
La vía más fácil de cualquier candidato es hablar contra su oponente y sumirse en el lodo, tal como se les está revirtiendo al PRIAN. Pero los mexicanos, principalmente los que menos alcance tienen a la información (y saben bien los mercadólogos que son los televidentes) no tienen por qué escuchar las idioteces como "AMLO es un peligro para México" o que "es el Chávez mexicano".
Que se ganen el voto con propuesta, con hechos en su trabajo, con la honestidad de su pasado. Si no lo hacen así, es porque evidentemente, los candidatos y las instituciones que representan, no pueden evitar que son un amasijo de complicidades, de corrupción y de mentiras.
Será bueno que el IFE, le echara un vistazo a sus reglamentos para ordenar el contenido de la publicidad en tiempo de comicios y obligar a los partidos a usar el dinero de los contribuyentes en conocer a fondo y con claridad las propuestas de los aspirantes a puestos de elección popular.
Quiérase o no, y con toda la "populismeada" que le adjudican, López Obrador intenta ganar el voto con promesas, con propuestas, sustentadas o no quedará como responsabilidad de los analistas, pero no se ha gastado el dinero regalado a los perredistas en spots que le piden a los mexicanos, "no votar" por tal o cual.
Ya el mexicano "está grande" políticamente y por los resultados de las encuestas, parece que ha madurado bastante.