Pensar que una sola figura puede hacer cambiar el status de comportamiento de los priistas es una ingenuidad enorme que exhibió incluso el gobierno de Canadá, al pedirle a EPN que ejerza una administración libre de corrupción.
Por qué... porque de tres siglas del PRI, dos son corruptas y la tercera a veces critica y a veces le entra a esa corrupción y esa corrupción comienza en su moral de comprar votos en efectivo, vía gorras, vía playeras, vía todo eso que regalaron haciendo pensar al sector más desprotegido que si "eso es en campaña, qué serán como gobierno".
Lo más alarmante, portándonos como pitonisos pesimistas, es el futuro que se prevé.
Para conseguir los millones de votos que reporta el PREP, el PRI tuvo que mover a sus operadores estatales, llámese gobernadores, por supuesto, sacudió hasta la última de sus mañas del baúl que guarda de sus herederos, y aunque no todos cayeron en esas trampas, consiguió que principalmente, el sector pobre, le regalara su voto o se lo comprara. Traducido al poder federal, con Oportunidades en sus manos, el PRI renacerá como el gran dinosaurio.
El discurso de Peña Nieto la media noche del 1 de julio, exhibió lo que es, con frases hechas extraídas del pasado ("mexicanos todos", "que quede claro"), un derroche mediático, pero principalmente, en una simulación enorme. Con ese acto barrieron guardando la basura bajo el tapete.
Los mensajes de modernidad no le van bien al PRI por más que un ala de la prensa maquille que Peña Nieto no estuvo con líderes sindicales que hoy contarán con fuero, tampoco estuvieron los gobernadores que sirvieron para operar las acciones electorales priistas.
Aún esperamos un meteorito salvador que extinga al dinosaurio.
Rigor periodístico
En 2010, durante las elecciones de gobernador de Veracruz, las encuestas prometían un 2 sobre 1 de PRI sobre PAN. Fallaron.
Desde aquel momento se dijo aquí, que las encuestadoras estorban, deben hacerse a un lado porque no le hacen bien a la democracia... y menos al periodismo.
El caso GEA ISA Milenio exhibe esto. Pero no son los únicos. Todas las encuestadoras fallaron en lo que muchos interpretan como un juego de partidos y medios para posicionar un producto, en este caso: Enrique Peña Nieto.
Pero cuando hablamos de democracia, los candidatos no son un producto y las encuestas mostraron mentiras permanentemente.
Lo peor, es que periodistas con un pasado brillante como Carlos Marín y Ciro Gómez Leyva se dejaron llevar por lo que arrojaría ser el dueño de la verdad desde 101 días antes.
En un medio serio, el rigor informativo es un activo que no puede ponerse en riesgo. Si no dices la verdad una vez te condenas para siempre.
No puedes salir, cuando hay un efecto al nivel de un país, que la regaste, que fallaste, que, en otras palabras, jugaste con una herramienta falsa y que todos los días, a las 10:00 de la noche en el noticiario estelar de tu televisora, mentías abiertamente y todavía, altaneramente advertías a quienes te avisaban de la posible falsedad "nos vemos el 1 de julio.
Que uno o varios medios y sus periodistas asumieran como noticia el resultado de las encuestas es un golpe muy fuerte al oficio, que debería estar del lado de la población siempre.
Pero no, motivados por quién sabe qué interés, Milenio y Ciro Gómez Leyva enarbolaban la bandera de las encuestas que siemrpe dieron como puntero a Enrique Peña Nieto.