El ejército más poderoso del mundo sí tiene miedo, pero no a un arsenal atómico perdido en países musulmanes rebeldes, a un ataque nuclear ruso, tampoco le teme a una botella de ántrax destapada en Nueva York o a un posible ataque extraterrestre sacado de una película hollywoodense, todo lo tiene muy bien controlado, excepto su punto débil: la información confidencial.
Y no se pretende ahondar en lo que ha representado para el US Army la aparición de WikiLeaks y la filtración y consecuente publicación de documentos confidenciales sobre la guerra en Irak y Afganistán.
El ejército y el gobierno de Estados Unidos ya planean toda una estrategia para equilibrar la situación informativa o al menos, intentan reaccionar ante esta nueva "arma" desconocida que los ataca y que fue generada por ellos mismos, tanto en el esquema de ingeniería, como en la fuente original de la noticia.
Dejemos eso... ¿Qué pasaría si la información "confidencial" que genera en diferentes ámbitos de la vida nacional en México se filtrara a WikiLeaks o si hubiera un MexiLeaks.
Adelanto el final: nada.
En México se ha vivido de un WikiLeaks constante e informal, lo han usado los políticos, los partidos, el gobierno, los ciudadanos, los medios y nunca ha pasado nada, el principal impedimento para ejecutar a la justicia ante delitos ha sido la misma legalidad... es mejor dicho, la justicia ha sido ejecutada.
Se documentó el Pemexgate, el Fobaproa, los Amigos de Fox, el Toallagate, los videos de René Bejarano y el Niño Verde, los audios de Elba Esther y más recientes los videos de Fidel Herrera y Julio César Godoy y audios de Luis Téllez y de Televisa vs El Bar Bar.
Nada ha pasado.
Quizás el gobierno mexicano actual o los siguientes se preocupen mucho de WikiLeaks a nivel global por cuestión de imagen, pero, no a nivel interno donde los protagonistas "captados" en documentos, audio o video, tienen el poder necesario para callar las cosas mientras las aguas bajan, confiando principalmente en que la población no tiene memoria. Vaya... son capaces de volver al poder con las dos manos en la cintura, la cara relavada en versión reloaded y siendo casi los héroes de la película. Prueba de ello es que los priistas ya se sienten gobernando al país después de haber usado al país por 70 años.
En el México opaco que vivimos a nivel federal, estatal y municipal, donde la transparencia es sinónimo de trámites e información de carácter "clasificada", un organismo como WikiLeaks no sirve de mucho... aunque será inicialmente un escandalazo, como lo fueron los documentos, audios y videos antes mencionados.
Qué esperamos en México... ¿La confesión firmada de delincuentes electorales, videoconfesiones notariadas de funcionarios que acepten ligas con el crimen organizado, la entrega voluntaria de políticuos corruptos a las autoridades?... no soñemos... necesitamos leyes que puedan castigar efectivamente a los delincuentes del nivel que sea, donde el juez no esté comprado ni amenazado, donde la denuncia de la prensa tenga peso legal, donde un video bien analizado sea constancia de un delito y se castigue, tanto a quien espió como al delincuente que se evidencia, se necesita justicia, no tantas leyes.
Sin embargo, este globbero guapachoso y tropical confía que una versión MexiLeaks pueda surgir y siga dando elementos a algunos pequeños sectores de la población para depurar en parte la gran nata de corrupción que hay en el país.
jueves, 28 de octubre de 2010
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