Existen mil historias en el cine mexicano en la que una familia de abolengo, conservadora, manipuladora, anticuada y ultraconservadora, tiene un integrante que la "sociedad" no merece. Entonces la ocultan, estos integrantes son las ovejas negras, lo vergonzoso, lo desplazable... lo prescindible.
Como esas familias de películas, hoy vemos dos casos muy parecidos en los medios.
Caso A
Primero, a Beatriz Paredes que, para no perder votos, se deslinda de la imagen y nombre que la ha hecho ganar miles de pesos gracias a su labor de concentradora de simpatizantes en la que sigue siendo, la mayor agencia de colocaciones del mundo: el Partido Revolucionario Institucional.
La candidata del PRI-Partido Verde Ecologista de México ya no lo pensó dos veces y cortó parte de su cordón umbilical evitando la imagen de los partidos que representa ante el votante. Nada de logo del tricolor, nada de priismo, nada vergonzoso para aparecer como una imagen limpia, sabiendo que ha sido mantenida de un gobierno a partir de la organización que dejó deshilachada a la república.
Caso B
Fue una de las notas del día, pero darla a conocer sería aparecer al Partido Revolucionario Institucional como resquebrajado, en el abismo, sumido en una profunda tumba que cavaron lentamente, con la misma paciencia que soportó el mexicano durante siete décadas. Publicarlo sería vergonzoso, había que ocultarlo, y así lo hicieron.
Crónica no dio a conocer en su portada la renuncia del orgulloso priista, en otro momento, Eduardo Andrade Sánchez, aquel entonces diputado federal que avergonzando su raíz veracruzana se presentó a principios de diciembre de 2000 ebrio ante millones de telespectadores para llorar la derrota del PRI en los estudios de Televisa mientras dialogaban Diego Fernández de Cevallos y Joaquín López Dóriga.
El diario propriista ocultó los golpes que se dan los mismos priistas. Pero no mostró la cara derrotada del tricolor, no más, en su caso, prefiere buscar el ángulo equivocado de la noticia partiendo del golpeteo a López Obrador y todo lo que se pueda relacionar con el candidato. Aunque endebles los argumentos, si hay algo en contra, va a primera. El rigor informativo de Crónica se fue al caño al omitir el caso de Andrade y la caída del candidato del PRI-PVEM, el candidato verde del diputado, boxeador, estrella de la farándula y vacacionista en yate de lujo Jorge Kawaghi Macari, dueño de una parte de diario Crónica.
El barco cada vez está más vacío y las aguas más tranquilas.
miércoles, 1 de marzo de 2006
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