Hubo un tiempo, en que los periodistas recibían llamadas y en ellas sugerencias. "Escribe esto, contra este, de esta forma, con estas palabras"... en términos fáciles de entender, encargaban al periodista hacer el trabajo sucio. Eran tiempos que esperamos no regresen nunca y que queden relegados a las cloacas del periodismo.
Imaginen a un líder priista, con el empeño de golpear a su principal opositor, diciendo esto a un "profesional de la información".
"Oye reportero, escribe que Andrés Manuel López Obrador no es un demócrata, con eso demeritamos su trabajo político, dí que es un violador de la ley, pero no escribas las maniobras que provocaron aquel desafuero, escribe que transgrede las reglas de la política y de la convivencia pacífica, pero además que jamás ha aceptado los mecanismos de control propios de las democracias y que no tolera reglas que limiten su voluntad... ¿tomaste el dato?, da cualquier argumento por inconsistente que sea", -sí-, contestaría el obediente reportero.
"Agrega", diria ese líder priista, "el desastre que se va a producir en el país por su voluntarismo y falta de respeto al estado de Derecho, e importante, que no cansaremos de arrepentirnos... y finaliza con una de esas frases patrióticas como si adivinaras el futuro... tú me entiendes, ¿no?... si no eres mexicano no importa, tu ponla".
No es el caso, no acuso, no hay pruebas, pero no existe el odio gratuito, y menos, en tiempos de "democracia creciente", para hacer una mención como esta "Marcos tiene razón cuando dice que 'si López Obrador gana nos va a partir la madre a todos”. Suena a periodismo apocalíptico. Ahora, qué razones lógicas hay para empezar analizando a Elba Esther y tupiéndole a Andrés Manuel. ¿Que buen columnista centra como gancho un excelente tema y termina con un petardo?
Todo este entorno es para referirme a la columna del ex director del diario El Nacional en tiempos de Carlos Salinas, el chileno Pablo Hiriart (a la izquierda). Que hoy lunes 5 de septiembre publica esta joyita en el diario Crónica de Jorge Kahwagi, padre del diputado del Partido Verde -aliado al PRI-.
"López Obrador no es un demócrata.
Es un violador de la ley, de las reglas de la política y de la convivencia pacífica.
Jamás ha aceptado los mecanismos de control propios de las democracias.
No tolera reglas que limiten su voluntad.
Del desastre que se va a producir en el país por su voluntarismo y falta de respeto al estado de Derecho, no cansaremos de arrepentirnos.
La desestabilización institucional a que va a llevar al país y el grado de confrontación que va a alentar entre mexicanos, no se lo imaginan los priistas y panistas que ahora juegan a la política.
Harían bien en imaginárselo".
¿Quién profesionalmente recomienda por quién no votar?.
lunes, 5 de septiembre de 2005
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