La gesta revolucionaria está llena de buenos asesinos, de buenos asaltantes, de buenos bandoleros, de buenas intenciones, de buenos y malos héroes, de villanos indispensables, de gobernantes innecesarios, de gente que rompió las reglas establecidas para volverse justo lo que criticaban, está llena de incoherencias... la Revolución Mexicana terminó siendo una ironía...
Hace 100 años en México hubo una Revolución para darle una revolcada a la gata.
Si algún beneficio o alguna herencia dejó la Revolución estos se agotaron pronto. Si el país tuviera que echar mano a sus bolsillos se daría cuenta que de esa riqueza que prometían al iniciar el siglo XX, poco queda, por el contrario, hay un país con deudas, saqueado por los herederos de la Revolución, esos que pusieron nombre de priistas a miles de calles y escuelas.
La tierra y libertad es un chiste malo en el campo mexicano, la "no reelección" es una burla dado que los políticos heredan el poder a personajes acomodaticios como si se reeligieran, hablar de democracia causa una tristeza inmensa y ya no se diga el saldo de pobreza que los revolucionarios han dejado al país.
La igualdad, la seguridad, la paz social no son más que mitos que manejaron los neo revolucionarios que saquearon (y siguen saqueando) al país a nivel nacional durante 70 años, y que siguen haciendo sus herederos caciques en estados y municipios donde tienen el control.
La Revolución para estos neo revolucionarios fue una simple excusa para organizarse dejando atrás el sacrificio de los buenos bandoleros, de las buenas causas donde el factor principal de lucha sigue en pie, el poder.
Nada que festejar. La deuda es grande hacia los mexicanos.
Es tan irónica la Revolución que hoy se recuerdan las batallas, los enfrentamientos con metralletas justo cuando México sufre de ello... el festejo termina siendo una apología de la violencia ...
Quizás sea una visión pesimista ante el momento que vive México, pero pareciera que la Revolución sólo heredó partidos corruptos y al verdadero "México bronco", ese que sale disparando una AK-47 de una camioneta blindada.
La excusa en tenis
Cuando la Revolución apenas cumplía una década, algún un ocurrente tuvo la idea de celebrar las batallas de "La Bola" con un evento deportivo. Desde ese momento y hasta ahora, el 20 de Noviembre es motivo para arrojar a la calle un desfile para presumir los logros deportivos, los conseguidos y los fallidos.
En México, las glorias deportivas son un buen motivo para que los directivos mantengan el puesto, son razón para el logro de un partido político o un gobierno.
La historia le ha dado a México un buen número de héroes: "El Ratón" Macías, Hugo, Valenzuela, Lorena, Ana Guevara, El Santo, Julio César Chávez y cientos de selecciones de varias disciplinas, que tarde o temprano fueron motivo para el lucimiento "revolucionario" o del gobernante en turno.
Gracias a los éxitos de deportistas se mantuvieron en el cargo una gran lista de funcionarios y de paso, los partidos políticos se aprovecharon de esto para intentar trepar a cargos públicos a quienes lucieron en cancha y pista.
Ahí están los líderes eternizándose en el poder: Vázquez Raña, Sulaimán, el Tibio, las televisoras...
Deportes como la lucha libre, el beisbol, el mismo futbol reclaman por un cambio profundo lejos de la gente de pantalones largos, reglas claras en la competencia, explotación mínima, más concentración y menos comerciales.
A 100 años, tanto en la nación como en el deporte, la Revolución Mexicana ya está rebasada por nuevas necesidades, se requiere de una reedición de esa "gesta", pero difícilmente la pueden encabezar los actuales gobernantes.
En resumen, la Revolución es una ironía histórica, aunque por hoy, es un simple motivo para descansar el 20 de Noviembre mientras los gobernantes celebran al pie de una obra porfiriana.
viernes, 19 de noviembre de 2010
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