Esta es una joya que Cargamento no puede pasar de largo.
Gracias a la agencia Notimex, que limpia, desinfecta y da fulgor, nos enteramos las aguerridas palabras del presidente saliente Vicente Fox Quesada.
El guanajuatense afirmó que México es una nación que avanza con el esfuerzo de todos, aunque cuestionó que haya quienes vayan a manifestaciones en lugar de trabajar o lo que es lo mismo "callense tepocatas, alimañas y víboras prietas, quedan exentas las chachalacas".
Entendamos bien esto, quienes no tenemos mentalidad opresora, yunquista o panista.
Lo que el presidente quiso decir, es que quienes se vean en una injusticia, sea laboral, social, discriminatoria o etc etc, nos debemos quedar callados. No importa que recibamos un salario mínimo o menos que eso, no importa que no tengamos agua, que nos despidan injustificadamente forzándonos a firmar una renuncia para exculpar al patrón o que vivamos en un espacio sin garantías, forzados a mantener una sonrisa mientras las autoridades se hinchan el bolsillo y gastan a manos llenas el dinero del erario.
Nada, si es injusto, nada, trabajemos, no manifestemos nada. De las leyes, bueno, si las hicieron algunos, las leyes se obedecen porque en este país nada está por sobre la ley, aunque esta se utilice para beneficiar a algunos, aunque existan altos funcionarios que son capaces de abogar por intereses particulares contra el Estado. De las leyes, nuestras leyes, que nada tienen que ver con lo justo, luego hablamos.
Con esa visión no es de extrañar el actuar del presidente Fox en Oaxaca, que fue capaz de dejar pasar meses para que se volviera crítica la situación, tampoco necesitamos mucho análisis para saber que la cautela foxista fue para cuidarle votos a Felipe Calderón.
Es curioso, que mientras Fox ve un problema político y Calderón uno legal, nadie se da cuenta que el de Oaxaca es un problema social. Obvio, a los dos panistas, lo que menos les interesa es la población y lo que menos pretendieron y pretenden solucionar es lo social, si acaso un pedacito de presupuesto a algo que se llama Oportunidades, a dar el dinero a los pobres que presta el FMI y el BM bajo estrictas condiciones como menos educación pública y muchas promesas de vochitos, changarros y mucha obra pública de relumbrón (incluidos no sólo los segundos pisos... ).
Que si después van a parecer más populistas que aquellos que son un peligro para México, qué más da. Vayamos a estrenar y despedir gobiernos a la Basílica de Guadalupe.
Para Fox y Calderón, Oaxaca es un cero a la izquierda como problema social, tal como lo es la pobreza en el país. A los pobres se les mantiene con una funcionaria bonachona que sea capaz de admitir que en esa marginación le pegaron unos piojitos que se combate con unos polvitos.
Ahora, que la oportunidad se presta, ahora que el beneficio para el presidente selecto Felipe Calderón se aproxima, ahora sí, solucionemos Oaxaca, no importa que tenga pobres, ya solucionado el asunto político con la presión a Ulises Ruiz y salvado por la hablantería de la legalidad a costa de todo, ya es hora de cambiar la página.
Oaxaca seguirá, en el fondo, siendo una entidad pobre a más no poder, una entidad que trabaja y que no se manifiesta, para felicidad de Fox y alivio de Calderón.
martes, 31 de octubre de 2006
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