Después del efecto chachalaca, las malogradas encuestas, esas que nadie audita y que se presumen como la verdad absoluta, hicieron rebotar a Andrés Manuel López Obrador y evidenciaron la cosecha que hoy recoge Felipe Calderón tras iniciar la sucia campaña de desprestigio contra todo lo que oliera a izquierda.
El caso es que hoy, día de debate, la discusión será vital y saldrán mejor librados los que menos cola que pisar tengan...
Ahí quedan las horas y horas de gastos de campaña que pagamos los mexicanos, ahí están las listas de los que más gastaron, ahí queda ese dinero desperdiciado en horas de spots, en plástico descolorido en los postes, en rentas inútiles de equipos de sonido y evaluaciones de imagen.
A ver si en el debate sale eso.
Por lo pronto, la sensación de fortaleza del candidato López Obrador es evidente, en los spots se nota, en los hechos que despiertan suspicacias se hace sentir. Calderón va a la baja, Madrazo sigue esperanzado a las añoranzas de 70 años en el poder y "el peligro para México" ya recuperó terreno, lo dicen esas encuestas que se manejan en forma tan autónoma y caprichosa.
Increíble
¿Cómo un empresario corrupto puede alterar el rumbo de la República?
¿Quiénes, de figura oscura, sugirieron al preso difundir videos de dudoso contenido justo en la fecha que se realiza un debate donde los 60 mil mexicanos con posibilidades de votar pueden decidir su voto?.
¿Qué cosas más incluye el plan de los videos que ya palomeó la llamada a los medios y un atentado que se presenta en forma tan extraña?
¿Qué fuerza de la política mexicana tiene como objetivo marcar la figura de López Obrador ahora que las encuestas lo vuelven a poner en la pelea?
¿A qué le está tirando esa agrupación, que se sospecha, encabeza Diego Fernández de Cevallos y Carlos Salinas de Gortari?
¿Qué buscan? ¿qué sigue? ¿qué serán capaces de hacer?
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