martes, 2 de agosto de 2011

Buenos y malos

Cuando el sacerdote y activista Alejandro Solalinde pide perdón al crimen organizado y el poeta Javier Sicilia solicita disculpas al los migrantes ilegales por los maltratos, los asiste toda, absolutamente toda la voz moral para hacerlo.

La sociedad, particularmente los gobiernos, han sido los responsables de fundar los factores para que los criminales hayan tomado ese camino. Pensar que se volvieron delincuentes del día a la mañana es mucha ingenuidad, en 10 años pudieron conseguirlo, pero, se crearon las bases del ambiente delictivo en más de una década, eso ni duda cabe...

Ahora se critica al panista Felipe Calderón por su guerra contra el narco, y hay muchas razones para validar este juicio que hacen algunos sectores en México, pero más allá de que el michoacano que vive en Los Pinos haya sacudido el avispero, está todo lo que no hicieron los gobiernos priistas.

Que no se olvide que los actuales integrantes del crimen organizado crecieron en ambientes priistas, donde irresponsablemente los maestros fueron usados como votos y no como factores educativos, donde la cultura era una moneda de cambio. El PRI es un gran responsable de lo que hoy ocurre en México... eso no se puede olvidar por más intentos que hacen los priistas de pasar la factura a Fox y Calderón.

En ese sentido, Solalinde y Sicilia tienen razón en pedir una disculpa a quienes fueron olvidados.

Esto recuerda un poco la situación en Chiapas con el EZLN, que obtuvieron un "perdón" gubernamental, cuando esa disculpa tenía que ser en sentido contrario, había sido el poder el que olvidó a los marginados, como ocurrió y sigue ocurriendo.

PRI, PAN, PRD, principalmente, ya deben dejar de ver a la sociedad como un mercado que consume sombrillas, gorras y playeras con logos partidistas, la mecánica debe ser otra y se tiene que aplicar de forma urgente si desean que la crisis de seguridad en México cambie en un mediano plazo.

Y en el caso, consecuencia de una ola corrupta, qué se puede decir cuando son las instituciones las que entregan migrantes a delincuentes... la solicitud de perdón está más que justificada, pero sabemos que los sillones que usan las autoridades tienen la soberbia incluída, por eso, la petición la debe hacer un cura consciente de los problemas ajeno al poder y un poeta.

Sueños robados

Soñar en estado de riesgo no debería extrañarnos, todos tienen pesadillas (o más o menos todos, "yo no lo sé de cierto", diría Sabines), en lo particular he soñado asaltos, balaceras, heridas de bala, momentos de alta tensión... apenas mi esposa me había comentado que soñó que se metía un individuo a la casa y también en otro sueño, que nos asaltaban...

Lo triste, resumiendo, es que nuestros sueños se invanden rápidamente de riesgos. Y si esto, ocurre en lugares donde más o menos se vive en paz, no quiero pensar la forma en que "los malos" han invadido los sueños de la gente que vive en verdaderos campos de batalla.

Hasta aquí esta reflexión guapachosa, tropical y somnolienta de una preocupación que debe tener "felices" a los psicólogos por el exceso de chamba que deben atender en esta crisis que vive México.

Vivir a la expectativa ya es preocupante y estresante, que esto se traslade a nuestros sueños es un drama inconcebible.